Ferrari ha cambiado de objetivo y mentalidad en este 2013

En 2012, Fernando Alonso fue el único que aguantó el tirón de Red Bull en la parte final de la temporada gracias a una conducción excelente y acertadas decisiones estratégicas a lo largo de todas las carreras. Tras dos pruebas en la actual campaña, la estrategia ya ha perjudicado al asturiano y las consecuencias directas son que hace un año iba líder del campeonato con 35 puntos. Ahora marcha sexto con 18, a 22 del primer clasificado. A pesar de ello, Ferrari se frota las manos con su F138 y no cambia la actual situación por la de hace 12 meses... ni loco.

"La elección equivocada, ¿fue una apuesta que no mereció la pena? Sí, pero inspirada porque el equipo sabe que tiene un coche competitivo en el inicio de temporada por primera vez en años". La Scuderia, con un F138 que se lo permite, quiso empezar a poner tierra de por medio con sus rivales desde el principio. Un golpe y una decisión que tomar... arriesgar o asegurar. Al final, por cómo transcurrió la carrera, tenía poco que perder si arriesgaba -unos 4 puntos- y mucho que ganar -hasta 25 puntos haciendo caso las declaraciones de Alonso-.

Más allá de eso, Ferrari ha admitido su equivocación en Malasia por activa y por pasiva: "Podemos decir que el riesgo no mereció la pena", "es verdad que Alonso pagó un alto precio", "la elección fue errónea"... Se puede decir más alto pero no más claro. A partir de aquí, no quiere desperdiciar más tiempo y energía en una acción que se ha convertido en "una lección que permanecerá en la mente para que en el futuro no vuelva repetirse". La Scuderia hace borrón y cuenta nueva consolándose en un esperanzador F138.

Es más complejo evolucionar un monoplaza que no pifiarla de nuevo

La perfección en estrategia combinada con la inferioridad mecánica del F2012 (los sábados) ha dejado paso a un monoplaza competitivo que ha sufrido un fallo puntual en la estrategia. Sabiendo que corregir 'el tiro' en la competitividad de un vehículo es mucho más complejo que no cometer errores humanos durante una carrera, es normal que la moral del equipo sea buena pese al 'cero' de Alonso. El año pasado, esto hubiera supuesto un buen motivo como para centrarse más en la campaña siguiente.

Con dos grandes premios a su espalda, el F138 promedia el tercer y cuarto puesto en la parrilla de salida. Es decir, la segunda fila. En 2012, su monoplaza obtuvo una media que le situaba en la sexta fila...

Además, tiene motivos como para aspirar a todo en el GP de China ya que Felipe Massa, que sólo pudo finalizar quinto, tuvo un gran ritmo cuando el asfalto se secó y puso slicks. El año pasado ocurrió justo al contrario y, salvo el caótico GP de Europa, las otras dos victorias de Alonso partieron de una pista mojada. Hasta en este punto parecen ser opuestos el Ferrari de 2013 con el de 2012.

Los neumáticos, clave del éxito

Durante esta pretemporada, en numerosas ocasiones se repitió desde Maranello que el objetivo era el de "recortar décimas con respecto a la 'pole'". En 2012, en Australia, no se pasó de la Q2 y en Malasia Alonso se quedó a 1,3 segundos del primero. En este 2013 la media es de un segundo con respecto a la 'pole' con la diferencia de que los domingos, el Ferrari tiende a comportarse mejor que el Red Bull porque gestiona mejor la degradación de los neumáticos. Hace un año, en carrera, había más igualdad y por eso al RB8 le bastaba con hacer bien los deberes en calificación para salir primero y llegar así a meta. Ahora no vale y en Malasia su victoria se basó en el agua que hubo en la primera parte de la carrera. Precisamente Red Bull acabó inmediatamente por delante de Mercedes, el otro equipo de los grandes que más sufrió en Australia con las gomas.

En 2012 Ferrari hizo dos ceros a lo largo del año y aún así luchó hasta el final con un vehículo inferior. Con estas premisas y el actual panorama, Maranello tiene motivos como para estar satisfecho del arranque de 2013. Kuala Lumpur le ha recordado que la mentalidad del año pasado no es incompatible con tener un buen vehículo, al contrario... y es que con un coche de este calibre, unido a aquella filosofía, en 2012 hubieran sido campeones.