Amago de sanción a Red Bull que los comisarios dejan en advertencia, a pesar no estar de acuerdo

Los coches de Red Bull pudieron haber sido ser sancionados e incluso excluidos del Gran Premio de Alemania, que se disputó este domingo en el circuito de Hockenheim y ganó Fernando Alonso, tras haber encontrado los comisarios una irregularidad en el mapa motor de ambos bólidos. Sin embargo, después de unas tres horas de investigación y reuniones con miembros del equipo austriaco, los comisarios decidieron no imponer ningún castigo porque, aunque no aceptaron las explicaciones de Red Bull, no pueden aplicar sanción alguna tal y como está escrito el reglamento... ¿está mal redactado? En cualquier caso, han dejado claro que va contra el espíritu de la norma.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA), pocas horas antes de que comenzara la carrera alemana, había comunicado que, tras la inspección reglamentaria, los coches de Sebastian Vettel y Mark Webber contaban con un mapa motor distinto, que podría haberse usado para potenciar el apoyo aerodinámico del coche. Así lo explicó Joe Bauer, delegado técnico de la FIA. "Aparentemente el par máximo de los propulsores de ambos motores es notablemente inferior a medio régimen en comparación con el de anteriores eventos. Bajo mi punto de vista, esto es claramente una violación de la Normativa Técnica de la Fórmula 1. Esta alteración provoca unas regulaciones técnicas por la que los motores son capaces de rotar a una mayor revolución. Este nuevo mapa de momento de rotación artificialmente cambiará las características aerodinámicas de ambos coches", matizó el delegado. Es decir, que cuando Vettel y Webber pisan el acelerador a fondo, las revoluciones no están al máximo, algo no permitido.

De esta manera, uno de los 'secretos' de Red Bull ha salido a la luz y, si no es punible, el resto de equipos estudiarán si es conveniente o no para sus monoplazas dar cabida a una manipulación de la electrónica y la configuración del motor para generar el famoso 'efecto soplado'.

La FIA restringió el uso de electrónica de motor y gases de escape para el beneficio de funcionamiento el pasado año después de que, tal y como afirmó el director del Departamento Técnico de la Fórmula 1, Charle Whiting, los equipos hiciera un uso "sumamente extremo" de los mapas de motor. Precisamente los Red Bull de la temporada 2011 fueron exhaustivamente diseñados alrededor de ese sistema de escape y del ahora ilegal 'difusor hecho volar', por lo que la escudería con base en Milton Keynes ha tenido que intentar recuperar un poco de aquel funcionamiento perdido.