Luis Enrique responde al ADN Barça que pide la directiva de Rosell

Como ya avanzó El Confidencial hace un par de meses, el FC Barcelona siempre ha barajado un plan B en caso de confirmarse la desafortunada noticia de que Tito Vilanova tuviera que dejar el banquillo culé, como finalmente así ha sido. Los condicionantes que Sandro Rosell y su junta directiva han puesto siempre sobre la mesa son dos: que conozca perfectamente la casa y que tenga ADN Barça. Pues bien, el máximo aspirante a ocupar el puesto que lamentablemente ha dejado vacante Vilanova los cumple a la perfección. A falta de confirmación oficial, y de no mediar un giro de 180 grados, la intención de la entidad azulgrana es que Luis Enrique sea quien dirija al equipo esta temporada.

El asturiano, que en estos momentos entrena al Celta de Vigo, responde al perfil trazado por el Barcelona y no tendría problemas para llegar al banquillo del Camp Nou. Y es que, a pesar de tener contrato con el conjunto gallego, Luis Enrique estableció una cláusula por la que podría salir previo pago de 3 millones de euros, condicionante que no supone ningún tipo de problema para la entidad azulgrana. Es más, según apuntan varios medios catalanes, ni siquiera existiría el problema legal por aquello de entrenar a un equipo de la misma competición, ya que el Celta aún no ha inscrito a su técnico en la Real Federación Española de Fútbol.

Ocho temporadas como jugador y tres como entrenador en la casa son la perfecta carta de presentación para que el técnico se siente en el banquillo del actual campeón de Liga. Ha trabajado a las órdenes de Guardiola y como técnico del primer filial, por lo que maneja como nadie el libreto del club. Si a eso añadimos que mantiene una excelente relación con pesos pesados del vestuario (Puyol es uno de sus mejores amigos y tiene amistad con Xavi, Iniesta y Valdés), miel sobre hojuelas…

Su identificación con el Barcelona ha sido absoluta desde que llegara, curiosamente procedente del Real Madrid, allá por el verano de 1996. Luis Enrique siempre fue muy querido por la afición y muy pronto se acopló a la idiosincrasia culé. Los colores azul y grana empezaron a formar parte de su vida, tanto como el rojiblanco de su querido Sporting de Gijón. Por todo esto también sería una elección muy adecuada de cara a la galería, es decir, a la hinchada barcelonista, muy del gusto de que los entrenadores sean de la 'casa'.

A pesar de no haber entrenado en Primera División en España (lo iba a hacer por primera vez con el Celta), éste tampoco ha resultado un obstáculo a la hora de que la directiva barcelonista se decante por Luis Enrique como primera opción para reemplazar a Tito Vilanova. Su buen hacer con el Barça B, con quien consiguió el ascenso a Segunda, y la experiencia adquirida en el Calcio con la Roma, son argumentos suficientes para que Rosell y sus asesores confíen en que el asturiano sea el perfecto relevo para continuar con el exitoso proyecto culé.

La incógnita puede desvelarse mañana o como muy tarde el martes, que será cuando el vicepresidente Bartomeu y Andoni Zubizarreta anuncien el nombre del nuevo entrenador del Barça. Luis Enrique es uno de los elegidos, aunque también se barajan nombres como el del 'Tata' Martino, Valverde, Laudrup, Koeman o incluso Heynckes. Eso sí, de confirmarse lo de Luis Enrique, no parece que él y el Barcelona vayan a dejar muchos amigos en Vigo… Cosas del fútbol y del poder del dinero.