Florentino acierta con la vuelta de la normalidad y el vistazo a la mejor cantera
La foto del pasado sábado marcará un antes y un después en un Real Madrid alejado de la realidad en los últimos años y que terminó secuestrado por un
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La foto del pasado sábado marcará un antes y un después en unReal Madridalejado de la realidaden los últimos años y que terminó secuestrado por un entrenador que nunca quiso adaptarse al club y que obligó a que el proceso fuera a la inversa. La imagen deIllaramendiysu cuadrillaal lado el presidente de la entidad madridista, denotaun gesto de normalidad, de un reencuentro con una de las señas de identidad que siempre ha tenido la Casa Blanca y que no es otra que la de un club amable, accesible a la gente, característica perdida en los últimos años y no solo por la presencia deMourinho.
No digo que el Real Madrid vaya a recuperar el terreno perdido con el fichaje deIscoo el de Illarramendi, pero sí queesa vuelta a las raíces, ese regreso al producto español, con vistazo a Valdebebas desde el convencimiento, sí que va a dar denuevo aireal equipo deAncelotti. Vuelve una denominación de origen que había perdido, que había sido despreciada. Ahorase vuelve a creer en lo de la casay en lo español. Por cierto, la mejor cantera del mundo.
La foto del sábado no es más que el reflejo de laespontaneidadyadmiraciónde esos 31 chavales hacia su amigo, al que acompañaron en su encuentro conFlorentino Pérezy con la blanca camiseta del Real Madrid, equipo que a partir de ahora mirarán de otra manera. Seguro. Ellos y otros muchos.
La otra imagen tuvo lugar con el regreso deCarvajal. Su marcha fue un duro golpe a la cantera. Suya era la primera piedra de Valdebebas y ahora parece que los cimientos de la fábrica blanca están más sólidos sus nunca. Su vuelta esel triunfo de la Ciudad Deportiva, del trabajo que se hace en la fábrica, esa que desde la época deCasillasparecía que no daba jugadores válidos para el Real Madrid cuando sí eran aptos para equipos como elChelsea,Liverpool...
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La cantera blanca, denostada por sistema de manera injusta cuando el fallo era un problema de confianza y no de calidad, ahora saca pecho conNacho, Jesé, Moratay el hijo pródigo en el primer equipo. Hace bien. Además, el Castilla quedó por encima del Barcelona, el Real Madrid C compitió para entrar en el ‘play off’, el juvenil se llevó la Copa del Rey... digo yo que alguno de todos esos jugadores,alguno valdrá, ¿no?Pues en la zona noble del Bernabéu ya han llegado a ese convencimiento y están apostando por ellos.
Esa tranquilidad y esa normalidad que parece haberse acoplado en el Real Madrid a la hora de fichar y de cerrar la plantilla, parecehaber calado de llenoen la zona noble delBernabéu. "Da gusto venir ahora al club. Sabes que puede ocurrir cualquier cosa cuando estás rodeado de futbolistas, de estrellas, pero al menos sabemos que no habrá un incendio diario.Esta tranquilidad no tiene precio", señala uno de los que manda aEl Confidencial.Todo dicho. Este Real Madrid pinta bien.
La foto del pasado sábado marcará un antes y un después en unReal Madridalejado de la realidaden los últimos años y que terminó secuestrado por un entrenador que nunca quiso adaptarse al club y que obligó a que el proceso fuera a la inversa. La imagen deIllaramendiysu cuadrillaal lado el presidente de la entidad madridista, denotaun gesto de normalidad, de un reencuentro con una de las señas de identidad que siempre ha tenido la Casa Blanca y que no es otra que la de un club amable, accesible a la gente, característica perdida en los últimos años y no solo por la presencia deMourinho.
No digo que el Real Madrid vaya a recuperar el terreno perdido con el fichaje deIscoo el de Illarramendi, pero sí queesa vuelta a las raíces, ese regreso al producto español, con vistazo a Valdebebas desde el convencimiento, sí que va a dar denuevo aireal equipo deAncelotti. Vuelve una denominación de origen que había perdido, que había sido despreciada. Ahorase vuelve a creer en lo de la casay en lo español. Por cierto, la mejor cantera del mundo.
La foto del sábado no es más que el reflejo de laespontaneidadyadmiraciónde esos 31 chavales hacia su amigo, al que acompañaron en su encuentro conFlorentino Pérezy con la blanca camiseta del Real Madrid, equipo que a partir de ahora mirarán de otra manera. Seguro. Ellos y otros muchos.
La otra imagen tuvo lugar con el regreso deCarvajal. Su marcha fue un duro golpe a la cantera. Suya era la primera piedra de Valdebebas y ahora parece que los cimientos de la fábrica blanca están más sólidos sus nunca. Su vuelta esel triunfo de la Ciudad Deportiva, del trabajo que se hace en la fábrica, esa que desde la época deCasillasparecía que no daba jugadores válidos para el Real Madrid cuando sí eran aptos para equipos como elChelsea,Liverpool...