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Estudiantes-Real Madrid, una auténtica fiesta del baloncesto para deleite del respetable
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LOS BLANCOS SE LLEVAN UN DERBI QUE TUVO UNA PRIMERA PARTE SOBERBIA (74-87)

Estudiantes-Real Madrid, una auténtica fiesta del baloncesto para deleite del respetable

Todos los elementos se conjuraban para presenciar un gran partido. Sobre la pista, los dos conjuntos más ofensivos de la Liga Endesa; en los banquillos, dos

Foto: Estudiantes-Real Madrid, una auténtica fiesta del baloncesto para deleite del respetable
Estudiantes-Real Madrid, una auténtica fiesta del baloncesto para deleite del respetable

Todos los elementos se conjuraban para presenciar un gran partido. Sobre la pista, los dos conjuntos más ofensivos de la Liga Endesa; en los banquillos, dos entrenadores amantes del baloncesto de ataque (el conocido en la NBA como run & gun); y en el Palacio de los Deportes, un ambientazo digno de uno de los grandes clásicos del baloncesto español. Nada podía fallar, y nada falló.                                         

Desde el principio, la presión ambiental se dejó notar en la pista y en los banquillos, especialmente en el del Real Madrid. Pablo Laso fue presa de los nervios en el primer cuarto del duelo, hasta el punto que le fue señalada una técnica que tuvo que llegar mucho antes. Las discusiones y aspavientos del técnico blanco con los colegiados hacía venirse arriba al Palacio, mayoritariamente estudiantil por aquello de que eran los colegiales los que ejercían de locales en esta ocasión. Era evidente, no estábamos ante un partido más, y los protagonistas así lo evidenciaban.

Pero si bien había tensión, un enganchón entre Lamont Barnes y Felipe Reyes fue el mejor ejemplo en la primera mitad, a nadie le temblaba el pulso a la hora de anotar. Jugadores de uno y otro equipo bombardeaban el aro contrario sin ninguna piedad, fundamentalmente en el segundo cuarto (espectacular parcial de 31 a 35). La grada, a pesar de la derrota del equipo local, se levantaba de sus asientos ante la exhibición de los dos equipos. Mención especial para Gabriel e English en Estudiantes y para Rudy Fernández (y eso que era duda por sus problemas de espalda), Mirotic y Llull en el Madrid.

La Demencia cruzaba cánticos de un lado al otro del Palacio con las peñas madridistas que se dieron cita en el partido (Berserkers y Los Ojos del Tigre) para poner el punto picante a la fría tarde noche madrileña. Pero si en las calles de la capital se rondaban los cuatro grados, la temperatura era absolutamente tórrida en el interior del Palacio. El Madrid imponía su dominio, pero el equipo de Txus Vidorreta se resistía a caer ante el eterno rival. El marcador al descanso, de escándalo, 52-58 a favor de los blancos.

Y apareció la defensa

La capacidad ofensiva y de acierto por parte de ambos conjuntos era imposible de mantener, por lo que en el tercer y último cuartos se vivió un paréntesis para demostrar que los dos también tienen defensa. Las tornas habían cambiado, tocaba fajarse en tareas defensivas. Ambos entrenadores se dieron cuenta que por ahí pasaban gran parte de las opciones de victoria en el partido.

La imbatibilidad del Madrid estaba en juego. A falta de un solo cuarto, la diferencia favorable a los de Laso era sólo de ocho puntos (64-72), lo que hacía mantener viva la esperanza a los hinchas colegiales, que trataban por todos los medios de desestabilizar al rival. El Real Madrid no se descompuso y Estudiantes dejó en la pista hasta el último gramo de esfuerzo. No se podía pedir más a ambos contendientes, pero la victoria blanca se empezaba a convertir en una realidad, algo que ya empezaba a rumiar Txus Vidorreta desde el banquillo.

Los del Ramiro fueron a remolque todo el partido, y eso se notó en los instantes finales. A Estudiantes no le quedaba aliento y el Madrid sentenciaba con un Llull fantástico desde la línea de 6,75. El 74-87 final deja a los blancos como líder invicto y a un Estudiantes que pinta muy bien esta temporada y que puede luchar por meterse en la Copa del Rey. Pero, sobre todo, lo que se vivió fue una auténtica fiesta del baloncesto. Al margen de la gran rivalidad entre uno y otro equipo, está claro que los Estudiantes-Real Madrid son otra cosa.

Incidencias: partido de la undécima jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid ante 12.123 espectadores.  

Todos los elementos se conjuraban para presenciar un gran partido. Sobre la pista, los dos conjuntos más ofensivos de la Liga Endesa; en los banquillos, dos entrenadores amantes del baloncesto de ataque (el conocido en la NBA como run & gun); y en el Palacio de los Deportes, un ambientazo digno de uno de los grandes clásicos del baloncesto español. Nada podía fallar, y nada falló.