La tragedia se apodera del motociclismo: Marco Simoncelli fallece en Malasia

El final de la carrera de MotoGP fue el que nadie hubiera querido. Una vez más el mundo del motociclismo se tiñó de negro. Marco Simoncelli, 24 años, ha fallecido en el trazado de Sepang a las 16:56 (las 10'56 en España) tal y como confirmó en rueda de prensa el doctor Michele Macchiagodena. El italiano no ha podido sobreponerse a las graves heridas sufridas en el cuello, en el pecho y en la cabeza a consecuencia del accidente que protagonizó junto a Colin Edwards y Valentino Rossi. El piloto de Gresini llegó a la clínica del circuito inconsciente y en parada cardiorespiratoria. Los médicos hicieron todo lo posible pero, por desgracia, la sentencia de 'Sic' ya estaba trágicamente firmada.

Vídeo del accidente de Marco Simoncelli

 

Había sido un día algo accidentado en las categorías inferiores pero el gran susto llegó con MotoGP. Tan sólo se habían dibujado dos vueltas sobre el trazado malayo cuando Marco Simoncelli se vio en medio de una caída múltiple. El italiano intentó levantar la moto cuando vió que se iba al suelo pero no lo logró y la Honda Gresini se metió en medio de la pista. Por detrás aparecieron Colin Edwards y Valentino Rossi que no pudieron evitar embestir al italiano. El estadounidense sufrió una rotura de hombro y permance sedado en la clínica del circuito mientras que Valentino Rossi logró controlar su Ducati para no caerse. Su amigo del alma fue el peor parado. El casco de Simoncelli salió despedido en medio del accidente y el piloto quedó inerte en la pista. El silencio se hizo en Sepang. Inmediatamente los responsables de la carrera mostraron bandera roja y se suspendió la carrera de forma momentánea.

Una ambulancia trasladó a toda velocidad a Marco hasta la clínica del circuito. El hermetismo fue máximo en torno al estado del italiano y no era buena señal. Un silencio tenso que llevaba a la caravana del mundial de motociclismo a pensar lo peor y a revivir la tragedia que, hace algo más de un año, se vivió en San Marino con Tomizawa. Las primeras informaciones eran confusas. Algunos afirmaron que Simoncelli estaba consciente y algo de tranquilidad se extendió por todos los boxes. Eran falsas esperanzas. En el siguiente instante todo cambió. Carmelo Ezpeleta anunciaba la suspensión definitiva de la carrera. El helicóptero llegaba al trazado de Sepang para llevar a Marco Simoncelli al hospital más cercano ya que su estado había sido calificado como "crítico". El traslado nunca se hizo efectivo.

 

Lo cierto es que el piloto de Honda Gresini llegó a la clínica móvil inconsciente y con un paro cardíaco. Las marcas de neumáticos eran evidentes en el cuello del italiano que también sufría graves daños en el pecho y en la cabeza. Los médicos intubaron al piloto, le extrajeron sangre del tórax y, durante 45 minutos agónicos, trataron de devolverle la vida pero no fue posible. Paolo Simoncelli salía de la clínica y no hizo falta que diera ninguna explicación: su cara era un fiel reflejo de su alma hecha pedazos. El silencio se hizo en el paddock. Sus compañeros recibían la peor de las noticias. Rossi, su amigo del alma, lloraba sin consuelo alguno. El inconfundible Marco se iba, injustamente, haciendo lo que más le gustaba, pilotar, en un circuito especial para él: en 2008 ganó el mundial de 250cc en Malasia. Hoy es complicado ser piloto de motos. 'Sic', descansa en paz.