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Cesc pierde la sonrisa
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SERÁ SUPLENTE EN EL DEBUT DEL MARTES

Cesc pierde la sonrisa

Cesc Fábregas ha dejado de sonreír, cansado de un debate que le ha comenzado a afectar psicológicamente. Su imagen de liderazgo en el Arsenal nada tiene

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Cesc pierde la sonrisa

Cesc Fábregas ha dejado de sonreír, cansado de un debate que le ha comenzado a afectar psicológicamente. Su imagen de liderazgo en el Arsenal nada tiene que ver con la que muestra con España. Desubicado en el sistema de Luis Aragonés, con Xavi Hernández acaparando el protagonismo en su zona del campo, busca su sitio. Es la primera vez en la fulgurante y exitosa carrera de Cesc que se enfrenta a un problema de adultos. Y le ha cogido a contrapié. La madurez adquirida al abandonar su casa, renunciando a una parte de su juventud, para convertirse en futbolista de élite, ayuda a disimular los 21 años que tiene.

En Inglaterra ya es una leyenda y con la selección española no logra quitarse la categoría de promesa. Lo refleja con ironía la publicación británica 'FourFourTwo' (4-4-2). En una de sus 25 razones para que los ingleses apoyen a España en la Eurocopa ante la ausencia de su selección, es que "el mejor jugador de la Premier es el peor de España". No es para tanto, pero Cesc no encuentra su rol. El líder del Arsenal, equipo con el que tiene firmado hasta el 2014 a cambio de 35 millones de euros, dejó una imagen preocupante en rueda de prensa. Ha corregido a tiempo su impulso de cancelar las entrevistas apalabradas con los medios para la Eurocopa. Su forma de ser no le permite esconderse. Va a dar la cara hasta llegar a su meta.

"Soy un luchador y nunca me rendiré", dice en una conversación telefónica mantenida este sábado. Es cierto que le está costando digerir su suplencia. Luis Aragonés jugará con dos delanteros ante Rusia y el sacrificado es Cesc, que mejora su físico cada día que pasa tras superar una inoportuna lesión en la recta final de temporada. Le hundió su suplencia en el primer test ante Perú, en el que dio el pase del gol del triunfo. Ganó autoestima ante Estados Unidos. Y demostró a Luis nada más aterrizar en Austria sus ganas de triunfar con la 'roja'. Voluntariamente se sometió a un duro entrenamiento físico. El 'premio' fue verse, de nuevo, entre los suplentes en la primera sesión de grupo entre montañas.

Cesc entrenó cabizbajo

Provocó que este viernes bajase la cabeza. Entrenase cabizbajo. Meditabundo. Buscando razones a mil preguntas que le surgen. Nunca lo dirá en público, por admiración y respeto a Xavi Hernández, pero el que era su modelo a seguir cuando crecía en la cantera del Barcelona, se ha convertido en un problema. Cuando Luis apuesta por el 4-1-4-1, Cesc se estorba con Xavi y para evitarlo busca espacios, corre en busca de un premio difícil de conseguir alejado de su sitio natural. Lo ha hablado con el seleccionador en el hotel de Neustift. Le ayudó a calmar su ansiedad y tras meditar este sábado, sabe que no debe dejar de sonreír.

Anda molesto por las críticas periodísticas. Cansado de escuchar la pregunta de por qué no es el mismo. Modificando sus cualidades, perfectas para el estilo de fútbol directo inglés, hacia el fútbol de toque de España. Y está afectado, pero loco por triunfar. No iniciará de la mejor forma posible la Eurocopa de Austria y Suiza. Esa a la que llegaba como líder de una nueva generación de talentos del fútbol europeo. Está por llegar su éxito. Humildad y trabajo serán sus claves para triunfar. Para ello, debe recuperar su sonrisa.

Cesc Fábregas ha dejado de sonreír, cansado de un debate que le ha comenzado a afectar psicológicamente. Su imagen de liderazgo en el Arsenal nada tiene que ver con la que muestra con España. Desubicado en el sistema de Luis Aragonés, con Xavi Hernández acaparando el protagonismo en su zona del campo, busca su sitio. Es la primera vez en la fulgurante y exitosa carrera de Cesc que se enfrenta a un problema de adultos. Y le ha cogido a contrapié. La madurez adquirida al abandonar su casa, renunciando a una parte de su juventud, para convertirse en futbolista de élite, ayuda a disimular los 21 años que tiene.

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