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Arañas, jaulas y mujeres-casa en la retrospectiva de Louise Bourgeois en la Tate
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Arañas, jaulas y mujeres-casa en la retrospectiva de Louise Bourgeois en la Tate

La escultora norteamericana de origen francés Louise Bourgeois (1911) es sobre todo conocida por sus gigantescas arañas, mitad madres, mitad monstruos predadores y por sus jaulas

Foto: Arañas, jaulas y mujeres-casa en la retrospectiva de Louise Bourgeois en la Tate
Arañas, jaulas y mujeres-casa en la retrospectiva de Louise Bourgeois en la Tate

La escultora norteamericana de origen francés Louise Bourgeois (1911) es sobre todo conocida por sus gigantescas arañas, mitad madres, mitad monstruos predadores y por sus jaulas llenas de sillas desvencijadas, espejos y otros trastos viejos. De todo eso hay en la exposición que le dedica a partir del 10 de octubre y hasta el 20 de enero la galería Tate Modern de Londres, que ha logrado reunir más de dos centenares de obras, pero también mucho más.

Desde pequeñas piezas experimentales hasta sus grandes instalaciones de los años ochenta y noventa, la retrospectiva incluye dibujos, esculturas en diversos medios e instalaciones de la larga carrera de una artista que, a pesar de haber sido asociada a distintos movimientos artísticos, ha seguido siempre un camino solitario y tuvo un tardío reconocimiento. Como señalan los organizadores de la exposición, aunque ha cambiado y reinventado sus métodos a lo largo de su carrera permanecen sus preocupaciones, y Bourgeois ha desarrollado un vocabulario de formas, temas y motivos a los que retorna una y otra vez.

Y aunque las preocupaciones y las imágenes que las traducen son muy personales y hunden sus raíces en profundos traumas infantiles, sus obras resultan fascinantes por las emociones que nos transmiten y que tienen un carácter universal. La exposición se abre con una gran jaula o "celda", como las llama la artista, en uno de cuyos lados pende una guillotina y en cuyo interior puede verse una casa diminuta de mármol, que remeda la que tenía la familia de la artista en su casa natal. Es como la preparación para lo que va a ver el visitante.

Llaman la atención inmediatamente unos cuadros de la serie de "Mujeres casa", mujeres desnudas en las que el rostro y la parte superior del cuerpo es invisible al estar encerrado en un edificio lleno de ventanas, a los que siguen las primeras esculturas que realizó Bourgeois en Nueva York, adonde había ido a vivir con su marido, el historiador de arte Robert Goldwater. Estas piezas abstractas, los llamados "Personajes", parecen tótems primitivos, recuerdan lejanamente ciertas esculturas surrealistas del español Alberto Sánchez, y transmiten una sensación de aislamiento e impotencia.

Precursora del minimalismo

Aquellas primeras formas monolíticas dan luego paso a otras esculturas totalmente abstractas que parecen articuladas como vértebras y que parecen prefigurar las esculturas modulares del posterior minimalismo estadounidense aunque sin su rigor geométrico. En los años sesenta comienza a interesarse por las propiedades de la espiral mientras su obra va adquiriendo dimensiones más directamente sexuales con formas orgánicas, bulbosas, fálicas o vaginales, que parecen simbolizar la fecundación.

Trabajadas primero en materiales como el látex o el yeso, más tarde adquieren con el mármol de Carrara un carácter mucho más duradero. Algunas de esas formas bulbosas volvemos a encontrarlas en una de sus obras más impactantes, la titulada "La Destrucción del Padre", una especie de fantasía infantil que se desarrolla en una covacha y en la que los hijos, tiranizados, se vuelven sobre el padre y lo devoran en la misma mesa en la que estaba sentada toda la familia.

Siguen esculturas que se asemejan a una acumulación de mamas y protuberancias diversas o en las que se aplican delicadas ventosas de cristal al duro mármol, ventosas encontradas en algún rastrillo o mercado de pulgas. Y así se llega a las jaulas o celdas y a las arañas. De las primeras se ha dicho que son como una "manifestación tangible del espacio psíquico", un espacio lleno, sin embargo, de objetos físicos: somieres, sillones desvencijados, piernas ortopédicas, espejos antiguos montados en palos o sillas colgadas en su interior.

La escultora norteamericana de origen francés Louise Bourgeois (1911) es sobre todo conocida por sus gigantescas arañas, mitad madres, mitad monstruos predadores y por sus jaulas llenas de sillas desvencijadas, espejos y otros trastos viejos. De todo eso hay en la exposición que le dedica a partir del 10 de octubre y hasta el 20 de enero la galería Tate Modern de Londres, que ha logrado reunir más de dos centenares de obras, pero también mucho más.