Es noticia
Patinir inunda el Prado de magia y misterio en su primera gran exposición
  1. Cultura

Patinir inunda el Prado de magia y misterio en su primera gran exposición

El pintor flamenco Joachim Patinir, considerado el padre del paisajismo, inunda de magia y misterio las salas del Museo del Prado con La invención del paisaje,

Foto: Patinir inunda el Prado de magia y misterio en su primera gran exposición
Patinir inunda el Prado de magia y misterio en su primera gran exposición

El pintor flamenco Joachim Patinir, considerado el padre del paisajismo, inunda de magia y misterio las salas del Museo del Prado con La invención del paisaje, la primera gran exposición dedicada a este desconocido y enigmático artista que reúne hasta el 7 de octubre dos terceras partes de toda su obra.

"Solo el Prado podía reivindicar la figura de Patinir, el primer pintor que concede al paisaje un papel autónomo, con una exposición que difícilmente podrá repetirse", explicó este lunes el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, en la inauguración de la exposición en Madrid.

Joachim Patinir (1495-1524) es un artista "original, peculiar y fascinante; con una obra llena de magia y que cientos de años después sigue emocionando", señaló Alejandro Vergara, comisario de la exposición y jefe del departamento de arte flamenco del museo madrileño, que ha conseguido reunir en La invención del paisaje veintidós de las veintinueve obras atribuidas a este artista flamenco.

Este desconocido y enigmático artista, del que se tienen pocos datos biográficos, es el primero que cultiva el paisaje con tal éxito "que su manera de pintar se convierte en un género", señaló Vergara, quien destacó el contenido espiritual e intimista de una obra que "sigue alimentando la imaginación del público a pesar del paso del tiempo".

Patinir seduce al visitante con el halo onírico y enigmático de sus obras, una paleta protagonizada por una hipnótica gama de azules y vivos colores, y una temática que gravita sobre la lucha entre el bien y el mal, el vicio y la virtud; y una estética que guarda cierta semejanza con El Bosco, contemporáneo suyo.

El Museo del Prado era "el único" centro artístico que podía organizar esta primera monografía del pintor, según aseguró Gabriele Finaldi, director adjunto de conservación e investigación del museo, y es que seis de las pinturas del limitado catálogo de este artista permanecen "secuestradas" en Madrid: cuatro en el museo madrileño, uno en el Thyssen y otra de sus obras más importantes, Paisaje de San Cristóbal, en el Monasterio del Escorial.

Esta última conforma el corazón de La invención del paisaje, junto con los cuadros El paso de la laguna Estigia y Las tentaciones de San Antonio Abad, ambos del Museo del Prado.

La exposición también incluye obras de la talla de Martirio de Santa Catalina y Bautismo de Cristo, del Kunsthistorisches Museum de Viena, El Tríptico con la penitencia de San Jerónimo del Metropolitan Museum de Nueva York, o el Paisaje con la huida de Egipto del Museo de Amberes", así como Tríptico de San Jerónimo y Paisaje con la crucifixión, estos dos últimos, recientemente atribuido al artista flamenco.

Tensión pictórica

Patinir cristaliza en sus cuadros la tensión entre "el mundo terrenal pecador y un más allá sorprendentemente bello", arguyó Vergara, para quien las figuras representadas en estas obras -normalmente pintadas por otros autores-, son "peregrinos que avanzan por un mundo, en el que sortean los obstáculos del diablo".

El Prado completa esta monografía de Patinir con veintiséis obras de sus más importantes precursores y seguidores como fueron El Bosco, Van der Weyden o Durero, quien definió a su colega flamenco como "el buen pintor de paisajes". La opaca trayectoria de Patinir se desarrolla durante nueve años en uno de los mercados artísticos más competitivos que jamás haya existido: la Amberes del siglo XVI, una ciudad en la que convivían trescientos artistas, en una urbe que no superaba los cincuenta mil habitantes.

El pintor flamenco Joachim Patinir, considerado el padre del paisajismo, inunda de magia y misterio las salas del Museo del Prado con La invención del paisaje, la primera gran exposición dedicada a este desconocido y enigmático artista que reúne hasta el 7 de octubre dos terceras partes de toda su obra.

Museo del Prado