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Félix Viscarret retrata a la "chatarra de la humanidad" en 'Bajo las estrellas'
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Félix Viscarret retrata a la "chatarra de la humanidad" en 'Bajo las estrellas'

El sentimiento de que "la vida vale la pena y hay que apostar por ella" mueve a Félix Viscarret y se traduce en su ópera prima,

Foto: Félix Viscarret retrata a la "chatarra de la humanidad" en 'Bajo las estrellas'
Félix Viscarret retrata a la "chatarra de la humanidad" en 'Bajo las estrellas'

El sentimiento de que "la vida vale la pena y hay que apostar por ella" mueve a Félix Viscarret y se traduce en su ópera prima, Bajo las estrellas, donde mantiene el espíritu de elegir personajes que son, dice a Efe, "la chatarra de la humanidad" para "tratarlos con ternura y cariño".

"Tengo que amar a mis personajes pues si no ¿cómo los va a querer el espectador?", añade Viscarret, quien en Bajo las estrellas -que se estrena el 15 de junio-, adapta la novela de Fernando Aramburu El trompetista del Utopía, en una producción de Fernando Trueba, protagonizada por Alberto San Juan y Emma Suárez, y convertida en la sorpresa del último Festival de Málaga.

Cosechó cuatro de los galardones más importantes: Mejor Película; Director; Guionista Novel -ambos para Viscarret, y Actor -para San Juan-. Pero para Félix "lo más emocionante" fue descubrir cómo "tras tres años encerrado con la película, y con la incógnita de cuál sería la reacción de la gente", el público acabó puesto en pie, aplaudiendo sin cesar: "No nos dejaban salir de la sala -cuenta- y, aún en la calle, seguían ahí, abrazándonos".

Hacer una sinopsis de Bajo las estrellas no tiene sentido. Contar que un crápula, bebedor y sin futuro viaja a Navarra a ver a su padre moribundo, y añadir que ese viaje transformará su vida, al arrimar el hombro para ayudar a su familia, puede sonar a tópico y no expresa, en absoluto, la verdadera naturaleza del filme.

Es una película entrañable, cargada de ternura; y con un tono donde se da cita la melancolía y un peculiar humor; junto a unos hechos dramáticos que caen sobre unos personajes "perdidos, náufragos de la sociedad, que viven en medio de ninguna parte y que no tienen dónde agarrarse, sólo unos a otros, pues si no están perdidos", cuenta Viscarret. De hecho, el título es metafórico pues, "bajo las estrellas están solos", apunta el cineasta, quien logró rodar su primer largo gracias a la suma del prestigio de sus cortos y un gramo de azar.

Coincidió con Trueba en la Berlinale, donde él recibía el premio a un corto, y el director presentaba La niña de tus ojos. Alguien le comentó a Trueba la calidad del trabajo de Félix, y éste le pidió que le enviara sus cortos. Viscarret vio en ello una fórmula de mera educación, y no lo hizo. Hasta que volvieron a coincidir y Trueba le echó la regañina. Entonces, ya convencido, se los mandó y el cineasta le dijo textualmente: "Quiero producir tu primer largo". Algo que sucedió cuando llegó a sus manos la novela de Aramburu.

"Me dijo, en ella hay muchos puntos en común con tu trabajo. Y era cierto", recuerda Félix, quien agradecido, afirma: "A Trueba se lo debo todo", y habla de la libertad total que le dio, hasta el punto de dejarle rodar con su equipo de toda la vida. Viscarret confiesa haber sentido siempre predilección por "los seres excéntricos, algo marcianos, esos pobres diablos que van a la deriva y me provocan cierta ternura", por eso, siempre acaba dándoles una segunda oportunidad.

El tono del filme "se mueve entre la comedia y los momentos más emotivos y melancólicos, pero sin rozar la sensiblería", apunta el cineasta, quien logra plenamente su objetivo al presentar a un Alberto San Juan "en su mejor papel, por el que será recordado". Y uno se lo cree al ver a ese tipo vapuleado por la vida, pero con su integridad intacta, y un amor a toda prueba hacia su hermano -Julián Villagrán- y hacia esa familia que, fuera de toda ortodoxia, acaba formando.

El sentimiento de que "la vida vale la pena y hay que apostar por ella" mueve a Félix Viscarret y se traduce en su ópera prima, Bajo las estrellas, donde mantiene el espíritu de elegir personajes que son, dice a Efe, "la chatarra de la humanidad" para "tratarlos con ternura y cariño".