La manifestación de ayer es la prueba del siete de que el nacionalismo español ha despertado. Nadie sabe lo que ocurrirá el martes. Lo seguro es que hay vértigo, mucho vértigo
Se escudan en que ellos no se guían por directrices políticas sino que solo se deben a sus accionistas, como si la ruptura de la legalidad en Cataluña no fuera a influir en sus negocios
La banda sonora de la Diada de este año es la que han compuesto Anna Gabriel (CUP) y Jordi Sánchez (ANC), los reyes del mambo. Puigdemont y Junqueras solo le dan a las maracas
No puede ser que, después de ese alud de sentimientos por las calles de Barcelona, el Parlament vaya a tramitar en los próximos días la Ley del Referéndum como si aquí nada hubiera ocurrido
Una vez hundido el PDeCAT, Junqueras busca 'gasolina' para convertirse en 'president' y seguir jugando al independentismo como lo haría Fouché, ora el viento sopla del norte, ora sopla del sur
La moción aprobada en el Parlament es una estrategia un tanto burda de atar en corto a los medios, un chantaje desempolvado de algún manual de la Stasi
Estos informes no están al alcance del común de los mortales sino que los manejan los gestores de fondos, especialmente los bajistas, aquellos con fina pituitaria para olfatear dónde va el dinero
De villano a héroe en cuestión de semanas. Muchos de los que le reprobaron con saña en el Congreso le aplauden ahora como ‘hooligans’ en una final de Champions
Lo que se suponía era un trofeo en la vitrina del Ejecutivo ha devenido en pim-pam-pum de la política. Unos y otros se valen de la compañía para tirarse los trastos a la cabeza y sacar tajada
“Los de Mediapro son los más listos. Aquí mismo se han sentado tres veces y las tres veces nos han engañado. Siempre pagan demasiado caro, pero luego lo rentabilizan", señalan en la competencia.
Ha cumplido su primer año de mandato en Telefónica sin el lastre político de Alierta, pero con las sombras de un negocio maduro y un proyecto estrella, Aura, que no se entiende pero "se entenderá"
Por mucho argumentario oficial y oficioso que circule, resulta complicado entender una operación en la que (casi) todos pierden: los accionistas, los fondos, las auditoras, la plantilla…
Hay un plan de acoso y derribo para embaucar a Domènech. Está recibiendo un aluvión de presiones, alguna expresa, otras tácitas, para que se apreste a participar en el juego secesionista