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Las fiestas del pueblo se le van de las manos y acaba estrellando un coche de Policía: "¿Qué tengo que hacer?"
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Los efectos del alcohol

Las fiestas del pueblo se le van de las manos y acaba estrellando un coche de Policía: "¿Qué tengo que hacer?"

Entra en el vehículo, sale, se acerca a su amigo y le pregunta sin apenas pronunciación: "¿Qué tengo que hacer?" Es el comienzo del peor de los percances

Foto: (TikTok)
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El verano es sinónimo de fiestas al aire libre, y de eso los pueblos saben bastante. Al disfrute, desde luego, cuando llega el tiempo de aprovechar las noches y su fresco, no les gana nadie. Y al que tampoco le gana nadie es a ese amigo que siempre cierra la fiesta y no piensa en volver a casa hasta que la orquesta ya ha recogido y lo único que suena es el gallo anunciando que ya amanece.

Algunos, no obstante, no llegan a esas horas, no hace falta. No porque, efectivamente, elijan recogerse pronto, sino porque el alcohol les lleva lejos, mucho más lejos. Eso es lo que le ha pasado a un joven cuya hazaña (valga la ironía) se ha hecho viral en TikTok.

Foto: Es recomendable seguir algunos trucos para evitar ser víctima de un hurto en plena calle (Foto: iStock)

"Tu amigo el que dice que no bebe", es el título del vídeo publicado por Toni Barbera. Desde un coche, Toni graba a su amigo para demostrar que, efectivamente, lo de que "no bebo" no siempre es literal.

"¿Qué tengo que hacer?"

El joven al que graba, bajo los efectos del alcohol, toma un coche de policía en plena calle sin temor alguno. Entra en él, sale, se acerca a su amigo y le pregunta sin apenas pronunciación: "¿Qué tengo que hacer?" Es el comienzo del peor de los percances.

Lo que acuerdan, parece ser, es que en sus circunstancias el joven demuestre que puede conducir el vehículo sin problema alguno, es decir, sin que nadie se dé cuenta de que lo ha hecho. Una prueba de su empeño por demostrar que, de verdad, el alcohol no le ha hecho efecto.

De pronto, como el alcohol sí que le ha hecho efecto, lo que tiene que pasar pasa: el coche, que permanece aparcado en una calle, entre otros dos coches, acaba estampándose en el de delante. Nadie al volante, claro. El chico no es capaz de tener el control del mismo.

Sin embargo, vuelve a salir como si nada y, comprobando que no acuden al ruido ni aparece alguien que lo ven, opta por reírse y seguir su camino. Lo que podría haber acabado en comisaría (como poco) ha pasado desapercibido, aunque no para cerca de 200.000 usuarios de la plataforma.

El verano es sinónimo de fiestas al aire libre, y de eso los pueblos saben bastante. Al disfrute, desde luego, cuando llega el tiempo de aprovechar las noches y su fresco, no les gana nadie. Y al que tampoco le gana nadie es a ese amigo que siempre cierra la fiesta y no piensa en volver a casa hasta que la orquesta ya ha recogido y lo único que suena es el gallo anunciando que ya amanece.

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