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Las calles arboladas reducen el riesgo de asma infantil
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Las calles arboladas reducen el riesgo de asma infantil

Las calles con muchos árboles en las ciudades no son sólo agradables a la vista, también son más saludables para los pulmones infantiles, indicó un estudio

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Las calles arboladas reducen el riesgo de asma infantil

Las calles con muchos árboles en las ciudades no son sólo agradables a la vista, también son más saludables para los pulmones infantiles, indicó un estudio realizado en Nueva York. Los niños de 4 y 5 años que residen en las calles con más verde en la ciudad eran menos propensos a tener asma que los niños que vivían en barrios con pocos árboles, halló el equipo dirigido por la doctora Gina S. Lovasi, de la Universidad de Columbia.

"Los árboles tendrían un efecto positivo sobre la calidad del aire; la modificarían a justo a nivel de la calle", dijo Lovasi. Mientras que los efectos eran independientes de la pobreza y la contaminación, es posible que los árboles en las calles sean tan sólo un elemento más de un ambiente saludable. "No creemos que los árboles sean los únicos que generan este efecto", agregó. Las tasas de asma han aumentado en Estados Unidos desde 1980 y las grandes ciudades son las más afectadas, según destacó el equipo.

Los árboles podrían disminuir el riesgo de desarrollar asma al limpiar el aire y tentar a los niños a jugar fuera de casa, sostuvo el estudio. Pero, el polen que liberan podrían también generar las crisis asmáticas. Para investigarlo, el equipo comparó los datos del censo neoyorquino sobre árboles de 1995, abarcando 500.000 cuadras, con la prevalencia del asma y las tasas de hospitalización de 1999.

La zona noreste de Manhattan, de mejores recursos, era el barrio más 'verde' de la ciudad con 1.675 árboles por kilómetro cuadrado, o casi 7 árboles por acre. Mientras tanto, el barrio Point-Mott Haven, en el empobrecido Hunt del Bronx, era el área más vacía, con 109 unidades por kilómetro cuadrado o menos de medio árbol por acre. A medida que aumentaba la densidad de árboles en un barrio, la prevalencia de asma disminuía, aun después de que los investigadores consideraran el porcentaje de habitantes por debajo de la línea de pobreza, la cercanía de un barrio a las fuentes de contaminación, como rutas con camiones, y otros factores importantes.

Un aumento de 343 árboles por kilómetro cuadrado, o 1,5 árboles por acre, se tradujo en un 29% menos de prevalencia de asma. Por ejemplo, la prevalencia entre los niños de 4-5 años sería del 9% o en un barrio con 2,5 árboles por acre, pero del 6% en un barrio con 4 árboles por acre. Las tasas de hospitalización por asma tendieron a bajar en los barrios con más árboles por cuadra, aunque la relación no era estadísticamente significativa.

Un "experimento natural" que se realizará en los próximos 10 años permitirá explicar si los árboles en las calles generan niños más sanos. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció que se plantará 1 millón de árboles para 2017. El equipo de Lovasi está trabajando con el Gobierno de la ciudad para estudiar la salud en los barrios a medida que avanza el proyecto.

Las calles con muchos árboles en las ciudades no son sólo agradables a la vista, también son más saludables para los pulmones infantiles, indicó un estudio realizado en Nueva York. Los niños de 4 y 5 años que residen en las calles con más verde en la ciudad eran menos propensos a tener asma que los niños que vivían en barrios con pocos árboles, halló el equipo dirigido por la doctora Gina S. Lovasi, de la Universidad de Columbia.