¿Apostamos por el nombre o por la marca?

Este martes publicamos el sexto adelanto de 'Emprendedores: mentes distintas para tiempos diferentes', el documental sobre emprendimiento que estamos produciendo y para el que contamos con la colaboración de El Confidencial.

En esta ocasión, a nuestros entrevistados les hemos planteado una pregunta que a veces se hace un emprendedor antes de comenzar su actividad: ¿potenciamos el nombre de la empresa o la marca? ¿Luchamos por comprar un dominio que nos va a colocar los primeros en los buscadores? ¿O creamos una marca de cero y empezamos a potenciarla?

Para ello, esta vez contamos con las opiniones de tres emprendedores que en su momento se hicieron esta pregunta: Jesús Encinar (idealista), Iñaki Arrola (coches.com) y Raúl Jiménez (minube):

Para Jesús Encinar, "hay dos escuelas. Hay quien opta por lanzar marcas basadas en un término concreto de búsqueda, pero otros prefieren crear una marca. La limitación si partes de un término de búsqueda es que ampliar a otras cosas es muy difícil. Yo tenía muy claro que no quería crear una marca que a largo plazo me impidiese entrar en otros segmentos".

En el caso de Iñaki Arrola, su apuesta fue por hacer un fuerte desembolso económico para comprar el dominio coches.com: "Tuvimos la oportunidad de comprar el dominio y lo hicimos. Fue un poco extraño que lo pudiésemos comprar nosotros, ya que no éramos de esos grandes grupos que pudiesen comprarlo, y nos fijamos en la capacidad de posicionamiento del dominio".

Sin embargo, reconoce las limitaciones del nombre: "Es cierto que tenemos un gran problema de creación de marca. Idealista, por ejemplo, hoy es una marca de vivienda, pero cuando nació podría haber sido cualquier cualquier cosa". Además, "como nuestro competidor se llama de forma muy parecida a nosotros, a veces es un problema. De hecho, mi suegra a veces se cree que trabajo en la competencia", nos cuenta, entre risas.

Al igual que Encinar, Raúl Jiménez también optó por crear una marca desde cero: "En 2007 los dominios genéricos relacionados con viajes estaban comprados, así que decidimos crear una marca creíble, amigable y, sobre todo, que fuese apoyada por la gente. Pero, al final, la marca la crea el propio producto".

En cualquier caso, recuerda con una sonrisa la elección del nombre: "Empezaron a salir un montón de nombres, y en aquella época había muchas empresas con una doble 'o': Google, Yahoo... Así que, de los diez nombres que teníamos, ocho tenían esa doble 'o', pero no queríamos apoyarnos en eso. Al final salió el nombre de minube, que tenía todos los aspectos emocionales que queríamos que tuviese esa marca".

Si quieres seguir las evoluciones de este documental, puedes seguirnos aquí todos los martes.