Tres comunidades del PP se rebelan ya ante el Gobierno por el excesivo IVA cultural

La Comunidad de Madrid se ha sumado a la batalla iniciada por otras dos comunidades gobernadas por el Partido Popular, Castilla y León y Extremadura, para que el Ejecutivo central rebaje algún punto el porcentaje del IVA cultural, que se sitúa en el 21%. Así lo anunció el miércoles el presidente madrileño Ignacio González, que aprovechó la presentación de la programación de la próxima temporada de los Teatros del Canal para plantear la necesidad de “modificar y revisar, en la medida de lo posible”, este impuesto si “perjudica” la actividad y el desarrollo económico en ese campo.

El sucesor de Esperanza Aguirre en la Real Casa de Correos adelantó que ya ha transmitido personalmente su planteamiento al ministro de Educación, José Ignacio Wert, y “cree” que el Gobierno comparte esta opinión. A finales de junio, Castilla y León aprobó por unanimidad de todos los grupos parlamentarios una propuesta del PP para pedir al Gobierno central que reconsiderase la subida de este impuesto y lo rebaje hasta el 10%. La medida, según la propuesta, facilitaría el acceso de los ciudadanos a la cultura y contribuiría al mantenimiento del empleo vinculado a las industrias culturales.

Hasta el momento, la única comunidad que ya ha tomado una medida efectiva ha sido Extremadura, cuyo presidente, José Antonio Monago, ya pidió en octubre de 2012 al Gobierno que rectificara esa decisión, calificándola de “error”. Mientras el Gobierno sigue sin pronunciarse al respecto, el propio Monago impulsó una medida de compensación de esa subida mediante una línea de ayudas a las empresas del sector, que la Asamblea de Extremadura aprobó el 14 de mayo para dejar el impuesto en un 13%.

La disposición extremeña provocó una división de opiniones y sirvió para que la oposición agitara más el ambiente en los organismos públicos a los que afecta la medida. El PSOE anunció que promovería una serie de iniciativas institucionales en el Congreso de los Diputados, en el Senado, en los Parlamentos autónomos y en los plenos municipales para reivindicar la bajada a los bienes y servicios culturales.

La iniciativa socialista, anunciada en junio por la responsable de Educación y Cultura de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, María del Mar Villafranca, llegaba después de que el ministro de Educación y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirmaran estar “completamente abiertos” a revisar la subida al 21% si es “compatible” con los objetivos de “consolidación fiscal”. En una entrevista en una cadena radiofónica, Wert señaló que el Gobierno “es consciente de las complicaciones” y se escudó en las “recomendaciones” lanzadas desde la Comisión Europea, que asegura que “España sigue manteniendo excesivos tipos reducidos de IVA”.  

Cuatro millones más recaudados

La reacción socialista llegó a las pocas horas: “Lo que tiene que hacer el ministro es reconocer el error y seguir el ejemplo de los países de la UE que han mantenido tipos reducidos para la cultura. Los exiguos resultados de recaudación, por los que hemos preguntado los socialistas en el Congreso de los Diputados la semana pasada, le han ayudado a recapacitar”, señaló María del Mar Villafranca.

La dirigente socialista añadió que “a las razones ya aducidas en el momento de la subida, debemos añadir que los hechos nos han dado la razón a aquellos que advertíamos del escaso efecto recaudador y las dañinas repercusiones sobre el sector”.

Según datos del Ministerio de Hacienda y según la versión ofrecida por el PSOE, con la subida del IVA de la cultura en el último trimestre de 2012 tan solo se recaudaron cuatro millones de euros más que en 2011, pero las bases imponibles, la actividad económica del sector, bajó 328 millones de euros, un 22% menos. Para Villafranca, estos resultados de recaudación demuestran “la ceguera del Gobierno, que no debe volver a tomar decisiones en política cultural con fines exclusivamente economicistas”.