Cervera trata de recusar al juez que lleva su caso por temor a su perfil anti-PP

El exdiputado del Partido Popular, Santiago Cervera, acaba de ver desestimado su intento de recusar al juez que instruye su caso y a quien atribuye un perfil claramente anti-PP y hostil hacia la clase política en general. Cervera, apartado de la primera línea de la política y del PP desde el pasado mes de diciembre, cuando fue detenido por agentes de la Guardia Civil en las murallas de la ciudad, trató de apartar al magistrado de su caso a raíz de unas manifestaciones vertidas por el juez en un medio de comunicación en el que dudaba de que los políticos estuvieran dispuestos a mejorar el poder judicial para combatir la corrupción. La Audiencia Provincial de Navarra ha rechazo la recusación al no apreciar la existencia de una relación personal o una enemistad manifiestaentre el juez y el expolítico del PP.

Cervera ha sufrido su primer revés judicial en un caso, el del supuesto chantaje al presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin, que avanza muy lentamente en los juzgados y cuya resolución definitiva se puede demorar todavía mucho. De hecho, el juez está a la espera de los resultados de una comisión rogatoria enviada a Estados Unidos por la que solicita que se verifique el uso que se ha dado al servidor desde el que se envió el correo electrónico con el que se chantajeó a Asiáin a cambio de silenciar supuestamente informaciones sobre su gestión al frente de la CAN.

Así las cosas, en el entorno del diputado manifiestan su intranquilidad con el perfil del juez que seguirá con la causa, el titular del juzgado de instrucción número 2 de Pamplona, Fermín Otamendi, quien, en el último mes, se ha mostrado especialmente crítico con la clase política y con el PP en particular. Cervera basó su recusación en unas manifestaciones vertidas por Otamendi en el periódico Diario de Noticias el pasado 21 de febrero en las que el juez se erigió en portavoz de la protesta judicial y justificaba sus razones para ir a la huelga por la escasez de medios materiales y humanos de la administración de justicia y por sus dudas sobre el hecho de que los políticos estuvieran realmente interesados en poner solución a esos problemas. “Quienes nos tienen que dar medios para hacer nuestro trabajo son aquellos quienes en un momento dado puede que tengamos que investigar y en su caso imputar o juzgar”, explicaba. “Los que dan medios para luchar contra esos delitos son los políticos, que no sé si están por la labor de darnos medios para hacer nuestro trabajo”.

"A las pruebas me remito”, añadía Otamendi. “A quien tiene posibilidad de que la Justicia sea eficaz, de calidad y que los jueces tengamos los medios necesarios para tutelar los derechos de los ciudadanos, lo que en realidad les preocupa es intentar controlar el poder judicial y reducirle ese poder”. Entre otras afirmaciones, el juez aludía también a la clase política como “una casta que hace lo que le da la gana”. 

La defensa de Cervera llevó a cabo la recusación al entender que la justicia no sólo ha de actuar con imparcialidad, sino tener esa apariencia. Además, en su defensa adjuntó un relato de su participación en las votaciones llevadas a cabo en el Congreso de los Diputados sobre las medidas de reforma de la justicia que se aprobaron durante todo el 2012, incluyendo los estadillos de votación electrónica que demostraban su voto a favor de esas medidas. Entre otras, las relativas a las tasas judiciales, la reforma del Consejo General del Poder Judicial o la reforma del régimen laboral aplicable a los jueces.

Ante la primera desestimación, la defensa de Cervera recurrió la recusación ante la Audiencia Provincial de Navarra e incluyó también otra referencia extraída de la cuenta de Twitter del propio juez en la que éste enlazaba a un artículo de la periodista Elisa Beni titulado “El PP baila sobre la tumba de Montesquieu”.

Cervera, sin embargo, no ha logrado convencer a la Audiencia de sus argumentos. Ésta ha rechazado la recusación al entender que no existe amistad personal ni animadversión hacia Cervera por parte del juez y al considerar que sus opiniones se referían a la clase política en general y no a él como antiguo diputado. 

En el entorno del antiguo político muestran su preocupación por el hecho de que el juez siga adelante con el caso. Cervera dimitió como diputado el pasado mes de diciembre y perdió entonces su condición de aforado por la que su caso debería haber sido visto por el Tribunal Supremo. Abandonado por su partido, Cervera sigue adelante con su especial via crucis a la espera de las noticias que lleguen de la comisión rogatoria enviada a Estados Unidos.