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El 25-S regresa al Congreso con menos 'efectivos' y sin violencia
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EN UN AMBIENTE REIVINDICATIVO Y PACÍFICO

El 25-S regresa al Congreso con menos 'efectivos' y sin violencia

El 25-S volvió el 26-S a los aledaños del Congreso de los Diputados. Unas 3.000 personas, según la delegación del Gobierno, regresaron a la plaza de Neptuno

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El 25-S regresa al Congreso con menos 'efectivos' y sin violencia

El 25-S volvió el 26-S a los aledaños del Congreso de los Diputados. Unas 3.000 personas, según la delegación del Gobierno, regresaron a la plaza de Neptuno por segunda jornada consecutiva para reivindicar el motivo de sus quejas. "No se enteran de que no queremos entrar en el Congreso, que solo le reprochamos que ellos (los diputados) no nos representan", se quejaba Darío, un jubilado del sector financiero, a este diario. Los manifestantes fueron convocados por la mañana a través de las redes sociales, y esta vez protestaban, sobre todo, por los 64 heridos y 35 detenidos durante la jornada anterior. 

Los asistentes eran más jóvenes. Pocos superan los 40 años. La conversación que más se repetía era sobre los sucesos ocurridos el martes. "Mira, ¿has visto este vídeo que colgaron desde Atocha?", comenta Juan con Luis, su hermano, dos vallisoletanos que no superan la treintena. "Yo voté a Rajoy, sí, pero me engañó. A mí me prometió que no subiría el IVA. Yo no voté por estas medidas que está tomando", comenta con este diario. "Aunque tampoco estoy aquí para insultar a los policías. Vengo a manifestarme, no a buscar una pelea".

Los manifestantes estallaron de alegría cuando consiguieron cortar el tráfico del paseo del Prado, una hora después de comenzar la concentración, cuando la plaza de Neptuno estaba rodeada por los presentes. Lejos de la tensión vivida la tarde del martes, los indignados optaron por sentarse en las cercanías del vallado de seguridad y de los furgones de Policía. La actitud era tranquila, y los policías llegaron incluso a resolver alguna pregunta de algún manifestante. Tiraron alguna bengala al aire, aviones de papel, muchos cánticos hacia "una clase política que no nos quiere escuchar" y ningún intento de desalojo, por lo menos hasta las once de la noche.

La mayoría de los presentes, que recuperaron el espíritu indignado sin violencia del 15-M, llegaban cargados con pancartas que repetían los mismos lemas, las viejas reivindicaciones. "Hay que abrir un proceso constituyente", "Gobierno, dimisión", "Lo llaman democracia y no lo es". Hubo quien tomó asiento en las cercanías del vallado de seguridad y de los furgones de Policía, siempre en actitud tranquila, sin perder la calma y sin proferir consignas.

El único incidente lo protagonizó un grupo de manifestantes pasadas las nueve de la noche. El suceso ocurrió frente al Hotel Palace, debido a una bandera de España que fue desplegada durante unos segundos con la leyenda 'Abajo el regimiento'. Pasada la media noche, un grupo de manifestantes quemó varios contenedores y el resultado de la jornada fue de tres personas detenidas y tres heridos leves, entre ellos un fotógrafo del diario 'El País'. 

Agentes sin caballos ni perros guía

El despliegue policial de la segunda jornada fue mucho más reducido que el desplegado durante la protesta anterior. No había policía montada ni agentes acompañados de perros guía. Decenas de furgones custodiaron la Cámara Baja durante toda la tarde. Los policías se daban el turno a las diez de la noche. "Hoy están muy tranquilos, ningún incidente hasta el momento". Choque de manos y pulgar arriba. Los agentes no desenfundaron las porras en ningún momento de la tarde. Ni siquiera se pusieron cascos para intimar a los manifestantes, el paso previo al desalojo. Alguno que descansaba en los vehículos que flanqueaban los leones seguía por su iPhone lo que se decía en las redes sociales. "Todo bajo control", se animaban dos guardias andaluces que no paraban de fumar.

Los escasos diputados que quedaban en la Cámara Baja se fueron a casa cuando terminó la Comisión de Fomento, casi a las diez de la noche. "Vamos a sacar el coche corriendo, a ver si nos van a dejar otra vez encerrados", decía un diputado popular a otro, mientras abandonaba el Congreso, con su propio vehículo, sin sufrir ni un solo altercado.  

El 25-S volvió el 26-S a los aledaños del Congreso de los Diputados. Unas 3.000 personas, según la delegación del Gobierno, regresaron a la plaza de Neptuno por segunda jornada consecutiva para reivindicar el motivo de sus quejas. "No se enteran de que no queremos entrar en el Congreso, que solo le reprochamos que ellos (los diputados) no nos representan", se quejaba Darío, un jubilado del sector financiero, a este diario. Los manifestantes fueron convocados por la mañana a través de las redes sociales, y esta vez protestaban, sobre todo, por los 64 heridos y 35 detenidos durante la jornada anterior.