Felipe Olmedo, 81 años: “Los responsables de Bankia son unos canallas, me han arruinado”

Felipe Olmedo tiene 81 años de edad y es uno de los miles de clientes de Bankia que ha perdido todos sus ahorros, que fueron utilizados sin su consentimiento e invertidas en acciones de Bankia, según relata en una extensa carta dirigida al juez Fernando Andreu, que la incorporó al sumario del “caso Bankia” el pasado 24 de julio.

La carta, escrita a mano, relata el engaño del que fue víctima. Olmedo cuenta que a mediados del mes de julio de 2011 se personó en la sucursal de Caja de Madrid (una de las entidades fusionadas en Bankia) de la Avenida de Moratalaz nº 155-157, en la que tenía sus ahorros, para traspasar a una cartilla los 12.000 euros de un depósito para poder disponer de ellos porque la pensión no le alcanzaba para cubrir sus gastos.

“Me atendió el señor Manuel Arias, que me ofreció un depósito que dijo era tan flexible como la cartilla y con un 1% más de interés. Después de una conversación larga, en la que me ofreció garantías de seguridad y comodidad, acepté la oferta”. Bankia se estrenó en Bolsa el 20 de julio de 2011.

Felipe Olmedo reseña que a su regreso a casa en septiembre, después de las vacaciones de verano, encontró en el buzón de su domicilio una carta que le comunicaba que los 12.000 euros se habían invertido en bolsa, y un documento sin su firma ni la de mi esposa, dando de baja su depósito.

“Hasta octubre no pude ver a este señor (la persona que le hizo la oferta). Le pedí explicaciones, pero nunca me las dio; todo fue inútil. Lo único que me decía es que la operación era muy buena. Le pedí muchas veces que anulara lo de la Bolsa e ingresara los 12.000 euros a mi cuenta corriente, pero nunca quiso hacerlo. Sabe y sabía que me ha arruinado; es una mala persona que carece de sentimientos”.

El afectado refiere las numerosas cartas que ha enviado al presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, al Gobernador del Banco de España,  Luis María Linde, y a Eduardo Torres Dulce, Fiscal General del Estado, para ponerles al tanto de su situación, pero ninguno de ellos le ha contestado. “Estoy cansado de exponer este ultraje”, le dice al juez.

“Una entidad financiera no puede manipular un depósito de un cliente y pasarlo a bolsa de Bankia. Es un delito, un robo. Señoría, a las personas mayores de ochenta años nadie nos ampara, pero tenemos todavía nuestra vida, nuestras necesidades, y no se nos puede tratar de esta forma. Las entidades financieras nos roban nuestros ahorros de años. Estos señores deberían ir a la cárcel, son unos canallas”.

Olmedo dice al juez que necesitaba disponer de sus ahorros para completar su pensión, y que ahora no puede pagar sus gastos ni sus deudas, y tampoco un letrado que le represente en los tribunales. “Ayúdeme señoría, no puedo pagar un abogado. Le pido encarecidamente que me ayude. Tengo 81 años y mire usted qué han hecho conmigo”, escribe al juez, al que ruega que actúe lo más rápido posible porque está malviviendo. “Con gracias anticipadas, y que Dios y Jesucristo le protejan eternamente. Un saludo muy afectuoso. Gracias”, concluye su misiva.

El hecho de recibir ayuda pública por parte de Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no impidió a Bankia repartir más de 9 millones de euros entre enero y noviembre de 2011 en remuneraciones, entre las que destaca la de su presidente, Rodrigo Rato, con 2.184.000 euros, o Manuel Lagares, nombrado director general del Banco Financiero de Ahorro (BFA) en septiembre de 2011, que en apenas dos meses y medio de trabajo cobró 185.000 euros.