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Gómez Bermúdez se resiste a dejar los focos… y el juzgado del Faisán está libre
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BAILE DE SILLAS POR LA EXPULSIÓN DE GARZÓN Y EL ASCENSO DE MARLASKA

Gómez Bermúdez se resiste a dejar los focos… y el juzgado del Faisán está libre

La elección de Fernando Grande-Marlaska como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y la expulsión de Baltasar Garzón de la carrera

Foto: Gómez Bermúdez se resiste a dejar los focos… y el juzgado del Faisán está libre
Gómez Bermúdez se resiste a dejar los focos… y el juzgado del Faisán está libre

La elección de Fernando Grande-Marlaska como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y la expulsión de Baltasar Garzón de la carrera judicial van a provocar en los próximos meses varios movimientos de sillas en el Poder Judicial que pueden acabar con el ayer derrotado Javier Gómez-Bermúdez al frente de un juzgado de instrucción donde seguir en el centro de los focos e. incluso, instruyendo el caso Faisán.

La dispar suerte de Marlaska y Grazón implica que dos juzgados centrales de instrucción queden vacantes. El 5, en el que durante veinte años ha sido Garzón su titular, y el 3, hasta ahora dirigido por Grande-Marlaska. Ambas plazas, un tercio de los juzgados de instrucción de la Audiencia Nacional, deben salir a concurso. El primero de ellos no se conocerá por lo menos hasta el mes de abril, pero Marlaska podría ser sustituido, según fuentes jurídicas, en un periodo más breve de tiempo.

El Juzgado número 5 es el más problemático porque tiene varias causas abiertas que mediáticamente son muy relevantes como el caso del chivatazo a ETA, la Gürtel o la causa contra toda la familia Ruiz Mateos, entre otras.

Se barajan varias opciones porque parece ser que la permanencia de Pablo Ruz, actual sustituto de Garzón, no es viable porque no cumple los requisitos de antigüedad. Entra entonces en liza que Eloy Velasco, actualmente en el Juzgado Central de Instrucción número 6, pase al 5 ya que está como adscrito y no como titular. De esta manera podría asumir un juzgado con plenos poderes. Su titular natural es Manuel García Castellón, en estos momentos juez de enlace en Francia.

Pero también pueden darse otras posibilidades que pondrían a Bermúdez en el centro del interés mediático. Una vez que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique el nombramiento de Grande-Marlaska, éste pasará a presidir la Sala de lo Penal y a su vez la Sección Primera de esta sala. Es decir, será presidente de un tribunal aparte de dirigir a todos los magistrados de lo Penal. Adquiere todas las competencias ejercidas durante los últimos ocho años por Gómez Bermúdez. Y éste debe pasar a magistrado de Sala dependiente de alguno de los cuatro presidentes de Secciones.

Tras conocer la pérdida de su actual cargo, tan solo por dos votos de los 21 vocales del CGPJ, Bermúdez ya ha anunciado que está barajando sus posibilidades. Aún así, sus opciones no son muchas. Si pretende mantener su notoriedad mediática una manera es pedir la plaza de Grande-Marlaska, un cambio de cartas. Supondría bajar un escalafón pero seguiría en el meollo de la información. No es la primera vez que ocurre algo similar. Santiago Pedraz comenzó como magistrado de Sala para después pasar de titular del Juzgado Central de Instrucción número 1. E incluso el propio Marlaska estuvo una temporada en un tribunal una vez que dejó la sustitución de Garzón en el 5, cuando éste se encontraba de excedencia en Nueva York impartiendo unos cursos.

Otra opción es solicitar la plaza de juez de enlace a algún país con alguna vacante. Aún así, ese destino lo otorga el Gobierno y todavía está por ver si el Ejecutivo de Mariano Rajoy le quiere premiar por su labor. Y otra aún más mediática es esperar un par de meses y solicitar la vacante que deja Garzón: el ‘suculento’ juzgado de instrucción número 5 con su ‘chivatazo’ a ETA.

En líneas generales, en la Audiencia Nacional se vive con alegría el cambio a Grande-Marlaska. Su carácter con sus compañeros y funcionarios de justicia es más afable que su antecesor. Gómez Bermúdez es conocido por la imposición de sus decisiones al resto de magistrados de la Sala de lo Penal y ese descontento ha quedado reflejado en el número de compañeros que se han presentado a la plaza de presidente.

La elección de Fernando Grande-Marlaska como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y la expulsión de Baltasar Garzón de la carrera judicial van a provocar en los próximos meses varios movimientos de sillas en el Poder Judicial que pueden acabar con el ayer derrotado Javier Gómez-Bermúdez al frente de un juzgado de instrucción donde seguir en el centro de los focos e. incluso, instruyendo el caso Faisán.