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El Gobierno negociará un plan industrial para afrontar el cierre de Garoña en 2013
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El Gobierno negociará un plan industrial para afrontar el cierre de Garoña en 2013

El Ejecutivo elaborará un "plan industrial" consensuado con la Junta de Castilla y León y los agentes sociales y económicos para garantizar el empleo "de cada

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El Gobierno negociará un plan industrial para afrontar el cierre de Garoña en 2013

El Ejecutivo elaborará un "plan industrial" consensuado con la Junta de Castilla y León y los agentes sociales y económicos para garantizar el empleo "de cada uno de los trabajadores" de la central de Santa María de Garoña, en Burgos, que cerrará definitivamente en julio de 2013.

Así lo adelantó en rueda de prensa el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien insistió en que el objetivo prioritario del Gobierno son los trabajadores y para ellos hay que desarrollar un plan industrial, "a ser posible, energético". Sebastián dijo que la decisión de cerrar la planta "no ha sido fácil", aunque aseguró que ha sido "meditada y justificada".

La decisión es "políticamente coherente y laboralmente responsable" porque cumple con el compromiso electoral del PSOE de cerrar las plantas nucleares al final de "su vida útil" (2011 en el caso de Garoña) y concede "un tiempo más que razonable" para sustituir esta energía por otra más limpia y asegurar el futuro de los trabajadores "de toda la comarca".

Sebastián aseguró que el cierre en 2013 de Garoña es "técnicamente justificable" porque para entonces la central habrá cumplido su "vida de diseño" -40 años- y porque produce más residuos que el resto de plantas en un momento en el que las piscinas en las que se almacenan están "cerca de verse agotadas". Defendió también que la decisión es "energéticamente asumible" porque el suministro está garantizado gracias al "mix energético" de España.

Durante su comparecencia, dejó claro que el resto de centrales españolas podrán seguir funcionando hasta agotar su vida útil "siempre que cumplan con las condiciones de seguridad" y el Consejo de Seguridad Nuclear no recomiende lo contrario.

Sobre la labor de este organismo, que emitió en junio un informe favorable a la prórroga de Garoña, Sebastián puntualizó que "ha hecho un magnífico trabajo", pero insistió en que la política energética "la decide el Gobierno".

Mantener los puestos de trabajo

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien también intervino en el mismo acto, explicó que el plan para la zona tiene como principal objetivo la creación de puestos de trabajo "igual o superior" que la de Garoña. Sebastián y Corbacho llevarán al Consejo de Ministros de mañana un informe con las líneas principales de trabajo del plan de actuación territorial para el área de Garoña.

El plan, según Corbacho, tendrá cinco ejes de actuación: la reindustrialización como alternativa para dinamizar la economía de la zona; el desarrollo de infraestructuras que mejoren la competitividad; el impulso del turismo; un plan social de orientación y formación para los empleados de la planta; y la compensación económica para los ayuntamientos que vean "mermados" sus ingresos en 2013. Con estos ejes, se propone "no sólo una alternativa, sino una mejora para la zona", subrayó Corbacho.

Para ello, dijo, "tenemos la ventaja" de que la Unión Europea permite ayudas directas a fondo perdido -hasta el 50% de la inversión- para la creación de nuevas actividades económicas que se une a una línea de créditos con coste cero.

Corbacho insistió en que el Gobierno "hará una apuesta decidida por el desarrollo de la zona" por lo que sólo Industria ya ha previsto un "escenario de subvenciones" de cien millones de euros. Además, Industria especificará en una orden ministerial los pasos que debe seguir Nuclenor -empresa de Iberdrola y Endesa propietaria de Garoña- para el cese de la actividad de la planta así como las inversiones necesarias para garantizar su seguridad hasta 2013.

Sebastián, que dijo que el Gobierno no indemnizará a Nuclenor por su decisión, puntualizó que ahora no es el momento de hablar del futuro emplazamiento del Almacén Temporal Centralizado (ATC), porque "no tiene nada que ver con Garoña".

El Ejecutivo elaborará un "plan industrial" consensuado con la Junta de Castilla y León y los agentes sociales y económicos para garantizar el empleo "de cada uno de los trabajadores" de la central de Santa María de Garoña, en Burgos, que cerrará definitivamente en julio de 2013.

Así lo adelantó en rueda de prensa el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien insistió en que el objetivo prioritario del Gobierno son los trabajadores y para ellos hay que desarrollar un plan industrial, "a ser posible, energético". Sebastián dijo que la decisión de cerrar la planta "no ha sido fácil", aunque aseguró que ha sido "meditada y justificada".

La decisión es "políticamente coherente y laboralmente responsable" porque cumple con el compromiso electoral del PSOE de cerrar las plantas nucleares al final de "su vida útil" (2011 en el caso de Garoña) y concede "un tiempo más que razonable" para sustituir esta energía por otra más limpia y asegurar el futuro de los trabajadores "de toda la comarca".

Sebastián aseguró que el cierre en 2013 de Garoña es "técnicamente justificable" porque para entonces la central habrá cumplido su "vida de diseño" -40 años- y porque produce más residuos que el resto de plantas en un momento en el que las piscinas en las que se almacenan están "cerca de verse agotadas". Defendió también que la decisión es "energéticamente asumible" porque el suministro está garantizado gracias al "mix energético" de España.

Durante su comparecencia, dejó claro que el resto de centrales españolas podrán seguir funcionando hasta agotar su vida útil "siempre que cumplan con las condiciones de seguridad" y el Consejo de Seguridad Nuclear no recomiende lo contrario.

Sobre la labor de este organismo, que emitió en junio un informe favorable a la prórroga de Garoña, Sebastián puntualizó que "ha hecho un magnífico trabajo", pero insistió en que la política energética "la decide el Gobierno".

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