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El PP eleva la presión sobre Zapatero para contrarrestar los efectos del ‘caso del espionaje’
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TRAS LO VISTO EN EL PROGRAMA TENGO UNA PREGUNTA PARA USTED

El PP eleva la presión sobre Zapatero para contrarrestar los efectos del ‘caso del espionaje’

El Partido Popular no sabe qué hacer para salir de la espiral de intercambio de dosieres y acusaciones de espionaje en la que lleva metido el

Foto: El PP eleva la presión sobre Zapatero para contrarrestar los efectos del ‘caso del espionaje’
El PP eleva la presión sobre Zapatero para contrarrestar los efectos del ‘caso del espionaje’

El Partido Popular no sabe qué hacer para salir de la espiral de intercambio de dosieres y acusaciones de espionaje en la que lleva metido el partido desde hace más de una semana, al menos hasta que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, concluya el informe que le ha encargado Rajoy y Génova tome las decisiones que tenga que tomar. Mientras tanto, la Dirección Nacional ha acordado intensificar la presión sobre Zapatero y su Gobierno.

 

Hay una doble motivación. Por un lado, según las fuentes de este diario, “existen sobrados motivos para que el PP de una vuelta de tuerca a la presión que ejerce sobre el Gobierno, como se pudo ver el lunes en el programa Tango una pregunta para usted”. Por otro, “es evidente que lo que está pasando daña la imagen del partido, y tenemos que contrarrestarlo con lo único que podemos hacer por ahora, que es intensificar nuestra labor de oposición”.

A este asunto se refirió esta misma mañana la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en el programa El Círculo a primera hora, tras dar por muerto el Pacto de Justicia con el Gobierno y asegurar que “nuestra oposición está siendo muy intensa, pero que pase lo que está pasando y Zapatero no comparezca a dar explicaciones es para dar una vuelta de tuerca, y dos y tres y las que hagan falta”. Cospedal añadió que Zapatero ha demostrado “desprecio” a los ciudadanos.

Estrategia en tres fases

Esta estrategia de dureza tiene tres elementos decisivos. Por un lado, el PP, como hoy ha señalado Cospedal y ayer también dijo la portavoz Soraya Sáenz de Santamaría, da por muerto el Pacto de la Justicia al que llegaron este verano Zapatero y Rajoy, toda vez que el Gobierno no ha avanzado en ninguno de los capítulos cerrados en ese pacto referidos a la modernización de la Justicia. Obviamente, el PP culpa al ministro Bermejo de que el pacto se haya ido al traste.

El segundo, la amenaza, que seguramente se convertirá en un hecho en el debate del día 10 cuando Zapatero comparezca en el Parlamento para dar explicaciones sobre la crisis, de retirar el apoyo al plan de rescate de la banca. El PP cree que el Gobierno no quiere hacer nada que garantice que el dinero prestado a los bancos llegue a las familias y empresas, “salvo echarle la culpa a los propios bancos, cuando de verdad es el Gobierno el que no ha querido establecer mecanismos de control para que eso ocurra”.

Y el tercero un ‘acoso’ al propio Zapatero al que quieren hacer comparecer lo antes posible en el Parlamento –antes del día 10, por supuesto-, y sobre el que el PP va a endurecer sus críticas y declaraciones como parte de una campaña cuyo objetivo final es trasladar a la sociedad la necesidad de que se produzca un cambio al frente del Gobierno, y que las elecciones europeas deben convertirse en un plebiscito sobre la tarea del Gobierno y, sobre todo, de su presidente.

El Partido Popular no sabe qué hacer para salir de la espiral de intercambio de dosieres y acusaciones de espionaje en la que lleva metido el partido desde hace más de una semana, al menos hasta que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, concluya el informe que le ha encargado Rajoy y Génova tome las decisiones que tenga que tomar. Mientras tanto, la Dirección Nacional ha acordado intensificar la presión sobre Zapatero y su Gobierno.