El ayuntamiento de Barcelona cobró impuestos de más durante siete meses por un error informático

El Ayuntamiento de Barcelona mantuvo durante siete meses de 2006 un error informático que le permitió recaudar más por las autoliquidaciones de los ciudadanos. Del 26 de enero al 8 de agosto de aquel ejercicio “la aplicación informática puesta a disposición de los contribuyentes para formalizar las autoliquidaciones del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana a través de Internet (autoliquidaciones asistidas) contenía un error en la fórmula destinada a calcular el importe de los intereses de demora extemporáneos”, señala un informe de la Sindicatura de Cuentas, el Tribunal de Cuentas catalán.

 

El organismo fiscalizador no se extiende en la cuantificación económica que ha supuesto este error para las arcas municipales, ya que el descubrimiento se realizó este año durante la revisión del ejercicio del 2005. Y, a pesar de reconocer que, para el volumen de operaciones que se realizan a través del Instituto Municipal de Hacienda, la gestión es “razonable”, sí denuncia prácticas erróneas que siempre suponen un mayor ingreso para la Administración en perjuicio de los contribuyentes.

 

Éste, sin embargo, no era el único fallo en la recaudación municipal: hasta el 2005, se aplicaba un baremo para los impuestos que implicaba también un perjuicio para el ciudadano. El ejemplo escogido por la Sindicatura demuestra que un contribuyente pagó 19.875,40 euros por aplicar este baremo en vez del correcto. “El cálculo para determinar la base imponible del impuesto para la constitución o la tramitación de un derecho de superficie temporal se ha de efectuar de la misma manera que para la constitución o la transmisión de un derecho de usufructo”, advierte el informe.

 

En otra de las autoliquidaciones analizadas, por ejemplo, una gran compañía, con una cuota líquida ingresada de 3.387.838,87 euros “ingresó y pagó en exceso una cantidad de 603.159,26 euros”. El 4 de junio de 2008, el gerente del Instituto Municipal de Hacienda acordó devolver el dinero cobrado de más en el 2005, pero al no haberlo detectado en tres años, tuvo que abonar un recargo de 104.624,02 euros de intereses de demora, calculados desde la fecha de cobro efectivo de la autoliquidación errónea hasta la fecha prevista de devolución.

 

El Ayuntamiento se justifica subrayando que “el departamento de informática del Instituto Municipal de Hacienda tiene previsto estudiar las medidas pertinentes para que, en un futuro, se puedan detectar de forma automática las variaciones de valores catastrales que se realicen con efectos retroactivos, para evitar desfases como el que en este caso se ha producido”.

 

Ingresos ‘extraordinarios’

 

 

La Sindicatura también detectó otras pequeñas irregularidades: no se lleva un control de las fechas de presentación de alegaciones o de pago, por lo que el Ayuntamiento barcelonés ha tenido que devolver decenas de miles de euros en concepto de impuestos pagados de más, al no practicar las rebajas legales por abono dentro del periodo voluntario. Así, dos autoliquidaciones sumaron un ingreso “exrtaordinario” para las arcas municipales de 25.725,79 euros (por un error en la imputación de los años), mientras que otras cinco totalizaban 62.357,35 euros. “Se ha de hacer constar que, al tratarse de autoliquidaciones, la causa del error es imputable al contribuyente y que estas autoliquidaciones todavía no habían sido revisadas por el Instituto”, advierte la Sindicatura.

 

Pero el Ayuntamiento tuvo conocimiento de las mismas el 5 de junio del 2008, por lo que, además de tener que devolver el dinero cobrado de más, habrá de pagar intereses de demora por no haberlas detectado en tres años. Según el Ayuntamiento, el problema es que las autoliquidaciones del año 2005 comenzaron a revisarse en el año 2008, aunque “tanto en número como en importe” son poco significativas “en relación con los volúmenes que se gestionan”. Y más: “Habiendo sido detectados estos casos por la Sindicatura, se ha procedido a su regularización, tal y como se hace constar en su propio informe”.

 

Aún así, algunos contribuyentes fueron más afortunados. Durante el año 2005, se declararon prescritos expedientes que totalizaban 29.783,51 euros. Esta cifra se disparó en el año 2006 hasta totalizar 1.418.057,26 euros. Otra cosa son los créditos incobrables, que en el 2005 ascendieron a 335.307,30 euros.