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¿ Y si partidos, sindicatos y patronal se financiasen por una 'x' en la Renta?
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UNA OPCIÓN TÉCNICAMENTE POSIBLE, PERO DIFÍCILMENTE REALIZABLE

¿ Y si partidos, sindicatos y patronal se financiasen por una 'x' en la Renta?

El descontento de los ciudadanos con la clase política y con la forma en la que se usa el dinero público, sobre la cuál los contribuyentes

Foto: ¿ Y si partidos, sindicatos y patronal se financiasen por una 'x' en la Renta?
¿ Y si partidos, sindicatos y patronal se financiasen por una 'x' en la Renta?

El descontento de los ciudadanos con la clase política y con la forma en la que se usa el dinero público, sobre la cuál los contribuyentes no tienen ningún control, va casa día en aumento y ha provocado que se intensifique el debate sobre la financiación de partidos, sindicatos y patronal. Así, varios colectivos están promoviendo peticiones para que la financiación no se haga con cargo a los presupuestos del Estado, sino mediante las aportaciones de los particulares. Y piden que las aportaciones de sean a través de la X en la casilla de la Declaración de la Renta, como sucede en el caso de la Iglesia, como ha propuesto ya hacer Italia. 

Una de estas iniciativas es la que ha promovido el diario teinteresa.es en la plataforma Change.org, donde piden firmas para que estos grupos vivan de la X de la Declaración. De momento, han conseguido algo más de 6.300 y cuando lleguen al medio millón trasladarán la petición al Congreso de los Diputados. Los responsables de esta iniciativa aseguran que, aunque es difícil conseguir este objetivo, no es imposible. En cualquier caso, “es una llamada de atención, para que los partidos y sindicatos tengan que justificar ejercicio a ejercicio cómo gastan ese dinero que es de todos”, explica José Luis García, redactor jefe del periódico.

Transparencia Internacional, ONG que se dedica a difundir casos de corrupción política, denuncia que  “la democracia es cara y los partidos son costosos”. PP y PSOE recibieron en 2012 unos 50 millones a cargo de los Presupuestos Generales, que recogían una partida de 65,88 millones para la financiación de partidos políticos. Este año hay presupuestados 52,7 millones de los que 24,56 se adjudicarán al PP y 14 millones al PSOE. Esta dotación que no incluye los gastos electorales ni de seguridad de las formaciones. 

Además, los partidos ingresan dinero a través de las subvenciones por representación autonómica y municipal, así como mediante aportaciones privadas, que incluyen las cuotas de los afiliados y las donaciones. Aunque la aportación pública representa más de dos tercios del total. A este gasto, hay que sumar el de las fundaciones de los partidos, que sigue unos criterios más laxos -solo tienen que justificar el 18% de los ingresos y no están controladas por el Tribunal de Cuentas-. 

Problema de voluntad política

“Hemos presentado esta propuesta porque no es posible que los ciudadanos no puedan ejercer ningún control sobre el gasto que hacen los políticos de su dinero. Si el dinero que reciben partidos y sindicatos depende de que el contribuyente marque una X en su declaración, tendrán que rendir cuentas a los ciudadanos cada año”, dice José Luis García. ¿Es factible que se financien con la X de la declaración? “Sí, lo es. El problema es que depende de la voluntad política”, añade. 

El sistema impositivo español no es finalista, es decir, los impuestos que se pagan no se asignan directamente a un gasto en concreto, sino que se hace la recaudación y el total se reparte en función de lo establecido en los presupuestos. Pero admite excepciones –como el céntimo sanitario de los carburantes, los impuestos sobre el juego y las aportaciones a la Iglesia Católica- y los expertos consultados por este medio creen que, desde un punto de vista técnico, no hay ningún problema para que progrese una iniciativa que ligue las aportaciones públicas que reciben los partidos y sindicatos a la voluntad de los ciudadanos. 

Así, Salvador Ruiz, de Equipo Económico, señala: “Se podría sacar una ley así, pero debería contar con un amplio consenso para que fuera sostenible en el futuro. No sería anticonstitucional, si el Parlamento la aprobara”. “El problema de una iniciativa de este tipo es político, no normativo”, añade. Una opinión similar manifiesta Félix Bornstein, abogado y asesor fiscal, que explica: “Sí es posible, aunque considero que es poco probable que la iniciativa salga adelante tal y como está la cosa”. Uno de los problemas que ve a asignar la aportación a los partidos y sindicatos en la declaración de la renta es cómo se gestionaría o qué partidos se incluirían. “Pero se puede hacer perfectamente, con el mismo mecanismo de Otros fines sociales”, asegura.

La iniciativa italiana

En Italia el Gobierno de Enrico Letta ha aprobado un proyecto de ley para derogar la financiación pública de los partidos, que contempla tres vías para que obtengan sus ingresos. La primera es a través de la declaración de la renta, con la asignación del 2 por 1.000, que podría ir directamente a partidos concretos o a un fondo común y que se reparta el total recaudado entre las formaciones en función de los escaños obtenidos por cada uno. Además, recibirían dinero de las donaciones directas que obtendrían incentivos fiscales y se ofrecerían otra serie de beneficios o servicios gratuitos. 

El cumplimiento de esta promesa que hizo Letta antes de acceder al cargo implica un cambio legislativo importante y la ley debe ser aprobada por el Senado y el Congreso, por lo que los expertos consultados creen que, en el camino, la norma podría perder fuerza o desvirtuarse. La idea del Gobierno italiano es que la eliminación de la financiación pública a los partidos se haya completado en tres años. Tal y como está planteado el proyecto de ley, con la transferencia del 2 por 1.000 en la declaración sobre el impuesto de la renta, los partidos conseguirían un máximo de 61 millones anuales. Y solo se permitirá acceder a la financiación a los que tengan unos estatutos con reglas de transparencia. 

El descontento de los ciudadanos con la clase política y con la forma en la que se usa el dinero público, sobre la cuál los contribuyentes no tienen ningún control, va casa día en aumento y ha provocado que se intensifique el debate sobre la financiación de partidos, sindicatos y patronal. Así, varios colectivos están promoviendo peticiones para que la financiación no se haga con cargo a los presupuestos del Estado, sino mediante las aportaciones de los particulares. Y piden que las aportaciones de sean a través de la X en la casilla de la Declaración de la Renta, como sucede en el caso de la Iglesia, como ha propuesto ya hacer Italia. 

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