Es noticia
Goirigolzarri pierde toda su inversión en Bankia y arrastra con él a sus empleados
  1. Economía
EL PRESIDENTE INVIRTIÓ 50.000 EUROS E INVITÓ A LA PLANTILLA A COMPRAR ACCIONES EN MAYO

Goirigolzarri pierde toda su inversión en Bankia y arrastra con él a sus empleados

“Bankia es una entidad solvente, puede operar normalmente, los ahorros están seguros y el único problema son una provisiones sobre el inmovilizado que no afectan a

Foto: Goirigolzarri pierde toda su inversión en Bankia y arrastra con él a sus empleados
Goirigolzarri pierde toda su inversión en Bankia y arrastra con él a sus empleados

“Bankia es una entidad solvente, puede operar normalmente, los ahorros están seguros y el único problema son una provisiones sobre el inmovilizado que no afectan a los clientes”. Esa fue la directriz que trasladó José Ignacio Goirigolzarri a la plantilla cuando se hizo cargo de la presidencia de la institución el pasado mes de mayo. La segunda fue comprar acciones del banco para frenar el desplome en bolsa y dar ejemplo a los clientes.

Siete meses después de esas instrucciones, los resultados no han podido ser peores y los consejos tener consecuencias más dramáticas. El Estado ha inyectado 18.000 millones en el Grupo BFA-Bankia para recapitalizarlo mediante una operación acordeón que valora la totalidad del holding en -14.000 millones. Por ese motivo, todas las acciones de la sociedad cotizada pasarán a cotizar cerca de cero, como refleja el derrumbe de la cotización de los últimos días.

Una debacle que, además de llevarse por delante a los pequeños accionistas que aún mantenían en cartera los títulos comprados en la Oferta Pública de Suscripción (OPS) de julio de 2011, ha tenido efectos colaterales en los empleados que siguieron el consejo de Goirigolzarri. El presidente de Bankia compró 23.000 acciones, con una inversión de unos 50.000 euros,  para demostrar la confianza en el futuro de Bankia y servir de acicate para la plantilla.

Los trabajadores no tardaron en acudir a la llamada de su nuevo presidente y en apenas dos días adquirieron 1,2 millones de títulos, a un precio que oscilaba entre los 1,39 y los 1,90 euros. El desembolso rondó los 1,8 millones de unos empleados que estaban a medio camino entre la decepción por lo ocurrido durante la etapa de Rodrigo Rato y la ilusión por la llegada de Goirigolzarri. Casualidad o no, la cotización de Bankia, que llevaba diez jornadas de caída consecutiva, reacción y llegó a subir un 23%, hasta los 1,75 euros.

Ahora, la realidad es muy distinta. Las acciones se cambian en bolsa a apenas 0,4 euros, por lo que tanto Goirigolzarri como los trabajadores que siguieron su consejo a pies juntillas lo han perdido prácticamente todo. Unas consecuencias que demuestran que el rescate del grupo bancario no se ha hecho como le hubiera gustado al presidente para proteger tanto a accionistas como a empleados.

Consejeros poco comprometidos

Para el presidente, la cifra que se deja por el camino es minúscula si se tiene en consideración los 53 millones que cobró en concepto de prejubilación cuando dejó BBVA por su desencuentro con Francisco González. También es pecata minuta para los consejeros que entraron con él en Bankia en mayo. Entre todos, apenas invirtieron 42.726 euros en acciones, casi lo que cobran por la asistencia a una sola reunión del consejo de administración. El que más se creyó el discurso de Goirigolzarri fue el empresario del transporte José Cosmen, que se gastó 10.000 euros, seguido de Eva Castillo, hoy número cuatro de la cúpula ejecutiva de Telefónica. Otros como Álvaro Rengifo y Alfredo Lafita no compraron ni un solo título.

Los empleados se han llevado la peor parte. Su inversión de 1,8 millones se ha esfumado y sus puestos de trabajo están en el aire más que nunca. El banco ha anunciado su intención de reducir la plantilla en 6.000 personas de los 23.000 actuales, por lo que saldrán del grupo casi uno de cada cuatro. Por tanto, muchos han perdido parte de sus ahorros y en 2013 también el trabajo.

Los empleados ya pusieron su granito de arena en julio del año pasado para sacar adelante la durísima salida a bolsa de Bankia. Compraron 14,3 millones de acciones por las que pagaron 53 millones de euros. Esos títulos valen ahora apenas 5,72 millones de euros tras el desplome de la acción, por lo que las pérdidas latentes alcanzan los 47 millones.

“Bankia es una entidad solvente, puede operar normalmente, los ahorros están seguros y el único problema son una provisiones sobre el inmovilizado que no afectan a los clientes”. Esa fue la directriz que trasladó José Ignacio Goirigolzarri a la plantilla cuando se hizo cargo de la presidencia de la institución el pasado mes de mayo. La segunda fue comprar acciones del banco para frenar el desplome en bolsa y dar ejemplo a los clientes.

José Ignacio Goirigolzarri