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Reyal pidió 200 millones para sobrevivir y la banca extranjera exigió la cabeza de Santamaría
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LAZARD ES LA ÚLTIMA ESPERANZA DE SALVACIÓN

Reyal pidió 200 millones para sobrevivir y la banca extranjera exigió la cabeza de Santamaría

El intento de salvación de Reyal Urbis está dando lugar a momentos de mucha tensión entre la inmobiliaria y sus 49 bancos acreedores. Según fuentes conocedoras del

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Reyal pidió 200 millones para sobrevivir y la banca extranjera exigió la cabeza de Santamaría

El intento de salvación de Reyal Urbis está dando lugar a momentos de mucha tensión entre la inmobiliaria y sus 49 bancos acreedores. Según fuentes conocedoras del proceso, la empresa solicitó un nuevo crédito sindicado de 200 millones de euros para poder hacer frente a su circulante y continuar con la actividad, algo a lo que se negaron en rotundo las entidades. Es más, la banca extranjera llegó a pedir la cabeza del presidente de Reyal, Rafael Santamaría, para seguir negociando la refinanciación.

Al final, la sangre no llegó al río porque varias entidades plantearon la solución de la venta de los edificios emblemáticos para atender a la deuda a corto plazo con los acreedores no financieros, como explicó El Confidencial, y obtener así esos 200 millones que pueden salvar a  la empresa de un concurso de acreedores inminente. Este plan apaciguó a las entidades más beligerantes y, de momento, Santamaría ha salvado su puesto. Los principales acreedores extranjeros de Reyal son Barclays, Royal Bank of Scotland, Unicredit, Caixa Geral, Eurohypo y Shinsei.

"Lo que planteó la banca extranjera con Santamaría es lo mismo que ocurrió en Colonial con Portillo o en Metrovacesa con Sanahuja: los bancos se quedan con la gestión de la compañía para intentar salvar lo que se pueda del naufragio, y prescinden de la persona que la ha llevado al borde de la quiebra", explica una de las fuentes consultadas. Esta práctica tiene como gran excepción Nozar, donde la banca apostó claramente por la continuidad de Luis Nozaleda como la mejor opción para salvar la empresa, aunque al final también entró en concurso.

Otras fuentes añaden que la mayoría de las entidades acreedoras estaba de acuerdo con la destitución de Santamaría, pero que, ante la decisión de una de ellas de hacer de `poli malo', no les hizo falta significarse. Es más, algunas se pusieron a trabajar en un plan de emergencia, el de la venta de los edificios, que salvaba al presidente de la inmobiliaria. "Claro que, si este plan fracasa, lo normal sería que la banca se hiciera cargo de la gestión", opinan las citadas fuentes. Y añaden que Santamaría está dispuesto a lo que sea con tal de sobrevivir.

Vender los edificios, dificilísimo

Y es que este plan tampoco es ninguna garantía, porque los encargados de vender los edificios (Aguirre Newman y Jones Lang Lasalle, según ha podido saber El Confidencial) se están encontrando con serias dificultades para conseguir ofertas a precios 'aceptables'. "El precio que piden los bancos está basado en una percepción anticuada, no asumen que el mercado se ha venido abajo y que tienen que rebajar mucho más si quieren vender algo", asegura un especialista del sector.

Además, considera que la cartera de Reyal tampoco es tan buena: "El ABC Serrano tiene muchos locales vacíos y mucha rotación de inquilinos, porque está muy bien situado pero el tráfico es muy escaso, por lo que tampoco genera tanto cash flow. Lo que más vale es el parking. Otros edificios como el de Las Rozas, Manoteras o Arturo Soria también tienen problemas. Los más fáciles de vender serían Castellana 200 y el antiguo edificio de Casbega, pero su valor en libros es muy superior al de mercado, lo que les obligaría a apuntarse fuertes pérdidas".

Por el contrario, en una entidad acreedora defienden la calidad de estos activos y acusan a los potenciales compradores de aprovechar la desesperada situación de Reyal para comprar a precios ridículos. El problema es que, si nadie ofrece un precio 'razonable', Reyal no puede continuar viva sin sacar esos 200 millones de euros de alguna parte.

Lazard, la última esperanza

En este contexto tan negativo, todo el mundo ha visto una última esperanza en la entrada de Lazard en la negociación de parte de Reyal Urbis. El estandarte de Rodrigo Rato y su éxito en el canje de deuda por acciones en Metrovacesa sustentan esa ilusión. En teoría, el banco de inversión francés debe monitorizar el plan de venta de los edificios y buscar una alternativa por si fracasa. "Todos estamos esperando que Lazard aporte nuevas ideas y que elabore un plan de viabilidad creíble sobre el que se pueda asentar la refinanciación", aseguran en otra entidad.

Ahora bien, otros acreedores no son tan optimistas: "Lazard tampoco hace milagros y, de donde no hay, no se puede sacar. Si no es con la venta de los edificios, es difícil ver de dónde puede sacar el dinero para seguir operativa". La solución llegará en dos o tres semanas.

El intento de salvación de Reyal Urbis está dando lugar a momentos de mucha tensión entre la inmobiliaria y sus 49 bancos acreedores. Según fuentes conocedoras del proceso, la empresa solicitó un nuevo crédito sindicado de 200 millones de euros para poder hacer frente a su circulante y continuar con la actividad, algo a lo que se negaron en rotundo las entidades. Es más, la banca extranjera llegó a pedir la cabeza del presidente de Reyal, Rafael Santamaría, para seguir negociando la refinanciación.

Rafael Santamaría Refinanciación Barclays