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Joaquín Rivero, presidente de Gecina, niega que cometiera malversaciones en la empresa
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Joaquín Rivero, presidente de Gecina, niega que cometiera malversaciones en la empresa

El presidente de la inmobiliaria francesa Gecina, Joaquín Rivero, niega que haya malversado fondos de la empresa como le reprochan los accionistas minoritarios, y espera seguir

Foto: Joaquín Rivero, presidente de Gecina, niega que cometiera malversaciones en la empresa
Joaquín Rivero, presidente de Gecina, niega que cometiera malversaciones en la empresa

"Entiendo las críticas y las acepto, no tengo nada que ocultar, no he hecho operaciones fraudulentas (...) No hemos engañado a nadie ni hemos ocultado nada", asegura el empresario en una entrevista que publica hoy el diario francés Les Echos.

Rivero aclara las dos operaciones que le reprochan desde la Asociación de Defensa de los Accionistas Minoritarios (ADAM): la compra del 49% de la española Bami y el préstamo de 60 millones de euros a la luxemburguesa Bamolo para adquirir un terreno en la localidad malagueña de Marbella.

"Estudiada desde hace más de un año, la operación Bami fue presentada con transparencia y en base a la valoración de tres bancos diferentes y tres consejos inmobiliarios internacionales", afirma el presidente de Gecina.  ADAM considera que el precio que se pagó por Bami, que era propiedad del propio Rivero y de su socio Juan Bautista Soler, era superior al establecido por el mercado.

El empresario lo considera, sin embargo, "un buen negocio para Gecina" porque "el mercado no residencial de Madrid ha ofrecido los mismos rendimientos que el de París en los últimos 25 años". En cuanto a Bamolo, Rivero señala que se trata de un préstamo condicionado a la construcción de un hotel y lo justifica en la estrategia de "diversificación de productos, clientes y países".

"Me parece lógico que una empresa controlada al 70% por accionistas españoles tome participaciones en España", asegura.  Rivero tiene el 17,8% de Gecina y su socio Soler el 15,3%, mientras que Metrovacesa detenta el 26,9%.

Esta última empresa, que había acordado con Rivero salir de Gecina cuando estaba controlada por la familia Sanahuja, rectificó esta decisión cuando pasó a manos de un conglomerado de bancos, que decidieron mantenerse en el capital de la inmobiliaria gala. Rivero considera que las denuncias presentadas contra él se deben "a la intención de algunos" de desacreditarle. "Son los gajes del oficio de empresario", añade.

Adelanta que el lunes se espera "una junta movida", pero se muestra esperanzado de seguir al frente de la empresa. "No hay proposición contraria hasta ahora", afirma el empresario, y añade que "en 2008, pese a la crisis" tuvieron "un resultado récord con los beneficios recurrentes más elevados de la historia de la compañía".

"Entiendo las críticas y las acepto, no tengo nada que ocultar, no he hecho operaciones fraudulentas (...) No hemos engañado a nadie ni hemos ocultado nada", asegura el empresario en una entrevista que publica hoy el diario francés Les Echos.

Rivero aclara las dos operaciones que le reprochan desde la Asociación de Defensa de los Accionistas Minoritarios (ADAM): la compra del 49% de la española Bami y el préstamo de 60 millones de euros a la luxemburguesa Bamolo para adquirir un terreno en la localidad malagueña de Marbella.

"Estudiada desde hace más de un año, la operación Bami fue presentada con transparencia y en base a la valoración de tres bancos diferentes y tres consejos inmobiliarios internacionales", afirma el presidente de Gecina.  ADAM considera que el precio que se pagó por Bami, que era propiedad del propio Rivero y de su socio Juan Bautista Soler, era superior al establecido por el mercado.

El empresario lo considera, sin embargo, "un buen negocio para Gecina" porque "el mercado no residencial de Madrid ha ofrecido los mismos rendimientos que el de París en los últimos 25 años". En cuanto a Bamolo, Rivero señala que se trata de un préstamo condicionado a la construcción de un hotel y lo justifica en la estrategia de "diversificación de productos, clientes y países".

"Me parece lógico que una empresa controlada al 70% por accionistas españoles tome participaciones en España", asegura.  Rivero tiene el 17,8% de Gecina y su socio Soler el 15,3%, mientras que Metrovacesa detenta el 26,9%.

Esta última empresa, que había acordado con Rivero salir de Gecina cuando estaba controlada por la familia Sanahuja, rectificó esta decisión cuando pasó a manos de un conglomerado de bancos, que decidieron mantenerse en el capital de la inmobiliaria gala. Rivero considera que las denuncias presentadas contra él se deben "a la intención de algunos" de desacreditarle. "Son los gajes del oficio de empresario", añade.

Adelanta que el lunes se espera "una junta movida", pero se muestra esperanzado de seguir al frente de la empresa. "No hay proposición contraria hasta ahora", afirma el empresario, y añade que "en 2008, pese a la crisis" tuvieron "un resultado récord con los beneficios recurrentes más elevados de la historia de la compañía".