El milagro de Jorge Lorenzo: los médicos le dan el ok y correrá en Assen

Jorge Lorenzo participará finalmente en la carrera del Gran Premio de Holanda de MotoGp, tras haber recibido autorización médica. El piloto balear demuestra que está hecho de otra pasta. El vigente campeón del mundo de la categoría reina no entiende de lesiones, de dolor ni de ausencias en la pista. Escasas horas después de sufrir una grave caída que le ha provocado la rotura de la clavícula izquierda, decidió viajar a Holanda con la intención de competir. 

Con una placa de titanio y ocho tornillos en su articulación, el piloto de Yamaha siempre ha confiado en poder correr este sábado. Da igual sufrir una caída a más de 220 kilómetros por hora o ser intervenido de una grave rotura de clavícula: Lorenzo correrá y estará presente en Assen.

Lorenzo se subirá a la moto 48 horas después de haber sido intervenido de su clavícula. El piloto español no se quiere perder por nada del mundo la séptima prueba del campeonato. 

La participación del piloto de Yamaha en Holanda parecía imposible, pero su intención no era otra más que tratar de competir. Por ello, El Confidencial se ha puesto en contacto con el doctor Rodríguez Sanz del Departamento de Fisioterapia y Podología de la Universidad Europea de Madrid, un experto en la materia que valoró los riesgos que asume un piloto de motociclismo que compite con este tipo de problemas. 

"Que Lorenzo compita es, clínicamente, lo menos recomendado. En este tipo de lesiones, lo normal es que la articulación esté inmovilizada durante unos quince días y, después, comenzar con fisioterapia para recuperar su funcionalidad. Esta lesión se opera en deportistas para fijarles una placa que mejoren los plazos de recuperación. Lo lógico es que no corra en Holanda, y que según sea su estado físico, valore competir en el próximo Gran Premio", señaló.

"Una caída puede ser muy peligrosa"

Como comparación, se puede utilizar el caso de Dani Pedrosa. El piloto catalán tuvo una rotura de clavícula en 2011, después de sufrir una caída durante la disputa del Gran Premio de Japón tras chocar con Marco Simoncelli. El piloto de Repsol Honda fue intervenido para reducir la fractura, y se perdió las dos siguientes pruebas del Mundial (Cataluña y Gran Bretaña), volviendo a correr tres carreras más tarde consiguiendo un sufrido octavo puesto.

La dinámica propia de este deporte hace prácticamente imposible que se pueda competir con este tipo de fracturas: "El esfuerzo al que se ve sometida una clavícula encima de una moto es máximo, pues cualquier movimiento del brazo termina por afecta a la articulación", indica el doctor Rodríguez Sanz. Por ello, la fuerza que el piloto puede hacer sobre una moto que pesa cerca de 200 kilos se ve reducida drásticamente, haciendo imposible el pilotaje.

Pero en el caso de que Lorenzo pudiera obrar el milagro, las consecuencias de una caída serían drásticas. "Si vuelve a tener una caída sin haber cicatrizado, puede ser peligroso, le puede pasar de todo. En especial porque la clavícula no se suele romper por un impacto, sino por un apoyo que termina repercutiendo en la articulación, pudiendo provocar otra fractura distinta". Pero Lorenzo está hecho de otra pasta, y sigue soñando con estar en Holanda.