Miccoli, la perla del Calcio que repudiaron en Palermo por su 'amor' a Cosa Nostra

Joven y prometedor jugador que apunta maneras para ser una estrella, pero que nunca termina de convencer en los 'grandes', encuentra su gran oportunidad en un equipo modesto, donde se termina convirtiendo en todo un ídolo. Así era la idílica historia de Fabrizio Miccoli en el Palermo, hasta hace escasos días: la revelación de unas conversaciones que vinculan al jugador con la Cosa Nostra le han transformado en uno de los hombres más odiados de la ciudad.

Desde que comenzara su carrera deportiva en el Virtus Casarano, Miccoli fue señalado como una de las grandes promesas del fútbol italiano. Su velocidad, calidad y sus registros goleadores le convirtieron en una 'perla' del Calcio, pero no supo aprovechar sus oportunidades. Ni en la Juventus, ni en la Fiorentina, ni en el Benfica fue capaz de mostrar lo mejor de sí... hasta que le llegó su gran oportunidad. El Palermo se convirtió en su salvación futbolística.

El delantero ha dado sus mejores tardes de fútbol en el conjunto 'rosanero', encontrando en él su madurez deportiva. Su aportación al Palermo convirtió a Miccoli en un verdadero héroe para la ciudad, el gran ídolo local. Seis temporadas vinculado al club le permitieron ser un icono para la afición, pero toda su imagen se ha hundido en sólo unas horas. Su vinculación con la Mafia italiana le ha convertido en una 'persona non grata' en la ciudad.

Una grabaciones telefónicas han demostrado la vinculación del jugador con la Mafia, lo que le ha granjeado multitud de enemigos en Palermo. Dichas conversaciones han revelado que Miccoli encargó a Mauro Lauricella -hijo del conocido jefe de la Cosa Nostra, Antonio Lauricella- que "recuperara con métodos poco convencionales" un dinero que le debían unos socios de un bar que había abierto y que no le habían pagado.

Ataques a una de las grandes víctimas de la Mafia

Pero los problemas no se quedaron ahí. Lo que más ha dolido entre los ciudadanos de Palermo han sido las mofas contras Giovanni Falcone, juez asesinado por la Cosa Nostra en 1992. En una de esta grabaciones, se escucha a Miccoli citarse con Lauricella en el árbol que conmemora la figura de la víctima de la Mafia, refieriéndose a él como "ese cerdo de Falcone", lo que ha terminado por 'condenar' al jugador ante la opinión pública.

Sin ir más lejos, Maurizio Zamparini, presidente del Palermo -que esta temporada ha bajado a la Serie B- ha anunciado el despido irreversible del jugador, al considerar intolerable su actuación. A pesar de que Miccoli ha renegado públicamente de la Mafia y ha pedido perdón a todos los afectados por sus palabras -incluso a llamado por teléfono la hermana de Falcone para disculparse-, el jugador ha quedado repudiado por una ciudad que le tomó como ídolo.

"Pido perdón a Palermo, a mi familia por todo lo que he hecho. No duermo desde hace tres días y he dicho cosas que no pienso. Siempre he participado en todos los partidos en memoria de los jueces asesinados por la Mafia. Estoy destrozado. He dejado de lado a mi familia para convertirme en un verdadero palermitano y por ello me he acercado a personas pensando que eran amigos y me he equivocado", aseguraba Miccoli en rueda de prensa.

Miccoli ha pedido perdón por activa y por pasiva por lo ocurrido, pero la ciudad no está dispuesta a exonerarlo. Un jugador que había encontrado su hueco en el fútbol lo ha perdido por su relación con la Cosa Nostra. El delantero ha pasado de héroe a villano en cuestión de horas: el 'Maradona del Salento' ha quedado marcado como uno de los grandes 'traidores' de Palermo, un hombre que deberá exprimir sus últimos días de fútbol lejos de Renzo Barbera.