En McLaren no cuesta nada pedir "perdón"

"Es que la situación era propicia. Yo iba muy rápido en ese momento". Este jueves en Montmeló, Sergio Pérez fue muy diplomático al echar mano de las circunstancias ajenas para explicar por qué atacó en la pasada carrera a su compañero, justo unas horas después de que su equipo le pidiera "sacar los codos". Fuera por el motivo que fuera, en McLaren ya saben que tienen al piloto aguerrido que pedían antes del GP de Barein. Las cosas están claras y la consecuencia directa es un "mayor respeto" entre el mexicano y Jenson Button. Este es un primer paso para la formación de una escudería sólida capaz de correr en equipo, diferente a la táctica elegida por Red Bull.

En el anterior gran premio, a Jenson Button le quedó clara cualquier duda que tuviese sobre las intenciones del Checo en su primer año en McLaren. En caliente, con el volante en las manos, no lo entendía y advirtió por radio que "tranquilizasen" a Pérez, "esto no es una carrera de karts". En reposo, fuera del monoplaza, asimiló que su
compañero, después de tres carreras insípidas, necesitaba enseñar los dientes. Es una sensación similar a la de esos boxeadores que se dan la mano después de un combate y reconocen que su rival ha sido duro sobre el ring. Sin más.

"Todo está claro entre nosotros, en el equipo. Tuvimos una buena conversación Jenson y yo, y también con Martin (Whitmarsh) y Sam (Michael). Estuvimos cerca de tener un accidente. Nos sentamos tras la carrera y sí, creo que fui un poco agresivo, ambos, entre nosotros, y pusimos en riesgo al equipo. Los dos pedimos perdón al equipo y se aclaró todo. En la charla dijimos todo lo que pensamos". Pérez aseguró en este GP de España que la cordialidad reinó en la reflexión del equipo de Woking.

 

Hamilton, del mismo estilo

Pedir perdón o decir lo siento, maneras de zanjar un asunto, unir más al grupo y poder confiar más en tu compañero. El comportamiento modélico tras un incidente sobre el asfalto de los pilotos de McLaren no es nuevo este año y ya hizo lo propio Lewis Hamilton con su respectivo, Nico Rosberg, en el controvertido GP de Malasia. Enterrar el hacha de guerra, una elección que, sin embargo, no consideró Sebastian Vettel con su compañero en esa misma carrera (sí con el equipo).

"Necesitamos mantenernos unidos en la posición en la que estamos. La charla con Sam y Martin ayudó a mantener fuerte la relación, al equipo unido, y superar este difícil momento. La charla fue principalmente para esto". La actitud conciliadora por los responsables deportivos de la escudería McLaren contrasta con la defensa de Red Bull con su piloto alemán en una situación similar de 'descontrol' sobre la pista. Los austriacos, en lugar de apostar por una lucha conjunta, han preferido que cada uno haga la guerra por su lado... sin órdenes.

Y después de esta declaración intenciones, ¿no van a existir más luchas tan intensas y bonitas en McLaren como la que se vio en Sakhir? Seguramente sí, pero sin llegar al límite de tocarse con su propio compañero. Al final, como en cualquier lucha, se debe combatir con honor y respeto para que la victoria sea recordada.