Es noticia
Mosley, el ‘dictador’ de la Fórmula 1
  1. Deportes
  2. Fórmula 1

Mosley, el ‘dictador’ de la Fórmula 1

Max, hijo de Oswald Mosley, íntimo amigo de Adolf Hitler, ha gobernado el mundo del motor durante los últimos 18 años. Es presidente de la Federación

Foto: Mosley, el ‘dictador’ de la Fórmula 1
Mosley, el ‘dictador’ de la Fórmula 1

Max, hijo de Oswald Mosley, íntimo amigo de Adolf Hitler, ha gobernado el mundo del motor durante los últimos 18 años. Es presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), máximo organismo regulador de las principales competencias automovilísticas. Desde el asiento presidencial de dicha entidad, ha decidido cambiar el sistema de puntuación de la Fórmula 1 a escasos días para que inicie el Gran Circo. Unos están a favor de sus decisiones, otros en contra, sobre todo en contra, pero a Mosley eso no le importa.

 

Polémico, soberbio, con un carácter fulminante, más parecido al de un dictador que al de un demócrata, Mosley nacía un 13 de abril de 1940, año en el que la historia registraba acontecimientos para la posteridad. París era bombardeada por 300 aviones alemanes, Franco reclamaba oficialmente Gibraltar, León Trotski era asesinado, Nacía Chuck Norris, John Lennon, John Maxwell Coetzee, Bruce Lee y Pelé. En las salas de cine se estrenaba Rebeca de Alfred Hitchcock y La venganza de Frank James de Fritz Lang.

 

Estudió derecho en Londres y se doctoró como abogado. Ingresó al mundo del motor en 1966. Pronto incursionó en la Fórmula Dos con el London Racing Team. Dio el salto a la F1 al fundar una productora de monoplazas llamada March. Adquirió prestigio después de que March quedó tercero en el campeonato de constructores de 1970 y 1971. A partir de ahí, su carrera fue en ascenso hasta convertirse en protagonista de una película llamada FIA. Desde 1991 hasta nuestros días, Mosley ha sido reelegido cuatro veces. En 2004 aseguró que dejaría su cargo, pero se arrepintió después de que el Senado de la FIA pidiera su continuidad.

 

Conocido por sus escándalos, criticado por los aficionados al Gran Circo, lo cierto es que Mosley trae la polémica en la sangre. Algunos recordarán cuando en el GP de EEUU de 2005 sólo salieron seis coches a la pista y Mosley aseguraba que la FIA no había tenido otra salida que llevar a cabo la carrera porque los equipos Michelin no buscarían ninguna solución alternativa. O la más reciente de sus hazañas, en la que apareció en un vídeo con algunas prostitutas practicando sadomasoquismo (ver noticia). Sus cambios de reglas y sus decisiones unilaterales, le han llevado al ojo del huracán, aunque siempre, o casi siempre, ha salido fortalecido.

 

Mosley, un general de mil batallas, ahora tiene un conflicto que atender. Las escuderías están preocupadas por el nuevo sistema de puntuación y por el tope presupuestal de 34 millones que pretende establecer. La mayoría de los pilotos están indignados, pues no se les tomó en cuenta en detonante decisión. Todo indica a que no hay marcha atrás. Mosley seguirá con pie firme en la Fórmula 1, por lo menos hasta junio, cuando decidirá si continúa o se rinde ante la adversidad.  

Max, hijo de Oswald Mosley, íntimo amigo de Adolf Hitler, ha gobernado el mundo del motor durante los últimos 18 años. Es presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), máximo organismo regulador de las principales competencias automovilísticas. Desde el asiento presidencial de dicha entidad, ha decidido cambiar el sistema de puntuación de la Fórmula 1 a escasos días para que inicie el Gran Circo. Unos están a favor de sus decisiones, otros en contra, sobre todo en contra, pero a Mosley eso no le importa.

Fórmula 1