El mítico Mont Ventoux pone a prueba la solidez de Froome y la recuperación de Contador

Tourmalet, Madeleine, Glandon, Alpe D’Huez… Todas ellas son cimas míticas asociadas al Tour de Francia. Hoy, la gran ronda por etapas visita otra de ellas, el Mont Ventoux. El 'gigante de la Provenza' será la primera toma de contacto de los corredores con los Alpes, entrando ya en la recta final de esta centenaria edición, y puede resultar clave en el desarrollo de la última semana de competición. La cima donde se dejara la vida Tom Simpson en 1967 definirá en esta ocasión si el momento de debilidad de Chris Froome el pasado viernes es o no pasajero y si Alberto Contador tiene verdaderas opciones de conseguir su tercer maillot amarillo en París. Emoción, tensión, sacrificio, espectáculo… Un buen puñado de razones para no perderse una etapa que puede aclarar algunas de las dudas que se ciernen sobre el pelotón.

Con tres chuelas de cuarta categoría al inicio y una cota de tercera en el ecuador de la etapa, los últimos 21 kilómetros serán los de la verdad, donde los campeones deberán sacar su raza. A sabiendas de la debilidad del Sky, los equipos de Contador (Saxo-Tinkoff), Bauke Mollema (Belkin ) y Nairo Quintana (Movistar) tendrán que plantear batalla para poner al líder contra las cuerdas. Si al británico le vuelven a fallar, se va a encontrar en una tesitura más que difícil, con varios adversarios dispuestos a atacarle y despojarle de la preciada prenda. Eso sí, para eso habrá que tener fuerzas.

Y es que el Mont Ventoux es de esos puertos 'hors categorie' (fuera de categoría) de verdad. Tras cuatro kilómetros ciertamente suaves, con desniveles del 4 y el 5%, la cosa se pone muy seria. A partir de ese quinto kilómetro, los porcentajes se sitúan entre el 7,5 y el 10,5%, con tramos absolutamente demoledores y donde los grandes favoritos tendrán que agarrarse a la bicicleta para salvar sus intereses. La carretera se convertirá a buen seguro en un rosario de corredores que tratará a su manera de cruzar la línea de meta de la manera más digna posible.

Que Alberto Contador lo va a intentar es algo que se da por supuesto, va en el ADN del madrileño. Otra cosa será lo que hagan los Mollema, Ten Dam y compañía, quienes tendrán que demostrar si han venido al Tour a hacer podio o a luchar por la victoria. Uno de los señalados para esta etapa es Nairo Quintana. El colombiano del Movistar, a cinco minutos del líder, es uno de los llamados a destapar la caja de los truenos en las etapas alpinas. Sus cinco minutos de desventaja con respecto al líder le dan cierta libertad, aunque no será Froome un hombre que se fíe del 'escarabajo', que se encuentra ante su gran oportunidad profesional.

Las esperanzas en que la carrera sea viva y de grandes dificultades para el líder están puestas en el Saxo-Tinkoff y el Movistar. Los primeros, con Contador y Kreuziger en los puestos cabeceros, y los segundos, por su forma habitual de afrontar las carreras, pueden ser la clave para que presenciemos un bonito espectáculo en la mítica ascensión al Mont Ventoux. Froome debe demostrar que sigue siendo el gran favorito, que lo del otro día fue un espejismo. De no ser así, al acecho hay varios corredores, sobre todo Alberto Contador, que podrían asestarle un golpe definitivo.