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España sabe que es el enemigo y teme que envenenen o manipulen la comida
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HAN CERRADO LA COCINA Y HAN PEDIDO A LOS JUGADORES QUE NO TOMEN NADA

España sabe que es el enemigo y teme que envenenen o manipulen la comida

España es el enemigo. Lo ha sido durante este mes de junio y lo será durante el próximo año. Por Brasil nadie duda de que la

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España sabe que es el enemigo y teme que envenenen o manipulen la comida

España es el enemigo. Lo ha sido durante este mes de junio y lo será durante el próximo año. Por Brasil nadie duda de que la Roja estará en el Mundial y que será el enemigo a batir por la anfitriona. Temen el juego de Iniesta, Xavi, Ramos, Casillas y compañía. Lo han demostrado en cada partido, pero la carga negativa recogida en la disputa de las semifinales ante Italia en Fortaleza, han llevado a extremar todas las medidas durante los tres días de concentración. La delegación española teme que la animadversión no termine en los gritos en contra y puedan ir más allá.

Por este motivo, los responsables de la selección española han advertido a todos los jugadores que no tomen absolutamente nada que no esté bajo el control de los médicos de la federación. Les han pedido que no tomen ni un café en el bar del hotel. Nada de nada. Todo alimento o bebida que tomen hasta la final debe salir de la expedición oficial. Vista la excitación y las claras muestras de rechazo de los brasileños a la campeona del mundo, las sospechas se han multiplicado y han decidido evitar cualquier tipo de contacto con lo externo.

Además, desde la llegada a Tijuca, la cocina del hotel está siendo vigilada las veinticuatro horas del día. No es por desconfianza hacia el hotel, pero sí a agentes externos que podrían llegar a manipular alimentos o bebidas sin control alguno. Con esta media pretenden evitar el riesgo, tenerlo todo bajo control. Puede parecer exagerado, pero España se está encontrando un ambiente más que enrarecido según han ido avanzando los partidos. Se la ve como la enemiga y ahora que ya está la final ante Brasil en el horizonte, toda medida de control es poca.

El robo de Recife, otro posterior en Fortaleza, las historias de unas juergas sin fin que se van cayendo por su propio peso, los gritos del público, la polémica a la hora de elegir hotel cara a la fina de Río de Janeiro, las largas para pisar ayer Maracaná... todas estas circunstancias han llevado a los dirigentes españoles a extremar medidas. Está claro que el hotel, como sucede en otras ocasiones, no lo han podido sellar (tiene 22 plantas y 500 habitaciones), pero sí que han extremado medidas. La primera, prohibir a los jugadores que beban o coman algo fuera del control de los médicos españoles.

España es el enemigo. Lo ha sido durante este mes de junio y lo será durante el próximo año. Por Brasil nadie duda de que la Roja estará en el Mundial y que será el enemigo a batir por la anfitriona. Temen el juego de Iniesta, Xavi, Ramos, Casillas y compañía. Lo han demostrado en cada partido, pero la carga negativa recogida en la disputa de las semifinales ante Italia en Fortaleza, han llevado a extremar todas las medidas durante los tres días de concentración. La delegación española teme que la animadversión no termine en los gritos en contra y puedan ir más allá.

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