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¿Una alianza española contra el favoritismo de Chris Froome?
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EL BRITÁNICO DEL SKY ES EL RIVAL A BATIR EN LA CENTENARIA EDICIÓN DEL TOUR DE FRANCIA

¿Una alianza española contra el favoritismo de Chris Froome?

La isla de Córcega se erige en novedoso punto de partida de la centenaria edición del Tour de Francia que comienza hoy y que está plagada

Foto: ¿Una alianza española contra el favoritismo de Chris Froome?
¿Una alianza española contra el favoritismo de Chris Froome?

La isla de Córcega se erige en novedoso punto de partida de la centenaria edición del Tour de Francia que comienza hoy y que está plagada de novedades desde el mismo pistoletazo de salida. En primer lugar, la ronda gala pisará por primera vez el histórico y otrora controvertido territorio, y lo hará con una etapa inicial de 213 kilómetros, nada que ver con los habituales prólogos a los que nos ha tenido acostumbrada la 'Grande Boucle'. Tres duras semanas por delante camino de París, donde se cerrará la prueba con una espectacular etapa nocturna por los Campos Elíseos de la capital francesa.

Al margen de la lírica y de la especial relevancia que la dirección de carrera quiere darle a esta emblemática edición de la mejor ronda por etapas, en el plano deportivo hay un hombre que resuena por encima de todos. Chris Froome es el hombre a batir, la rueda a vigilar por aquellos que aspiren a hacer algo grande en este Tour de Francia. El británico del Sky viene de una temporada cuasi perfecta, ganando en Omán, Criterium Internacional, Tour de Romandia y Dauphiné Liberé y finalizando segundo en la Tirreno-Adriático tras el 'Tiburón' Nibali. Teniendo en cuenta que en 2012 fue probablemente el hombre más fuerte de la carrera y que sus opciones de victoria se vieron recortadas por una estrategia de equipo en favor de Bradley Wiggins, el cartel de favorito no es baladí. La única duda que planea sobre el ciclista de origen keniata es si ese gran estado de forma que tiene en estos momentos lo puede mantener durante tres semanas, teniendo en cuenta que la tercera puede ser absolutamente infernal.

Y a eso se agarran los aspirantes, fundamentalmente el segundo en todas las quinielas, Alberto Contador. El madrileño regresa a la ronda francesa tras su año de sanción por dopaje, y lo hace con ánimo de revancha, con ganas de demostrar que es el mismo campeón de 2007 y 2009. Tiene ganas de redimirse tras la sanción y la pérdida del Tour de 2010 y con un Saxo Bank que pretende estar a la altura del 'todopoderoso' Sky de Froome. A diferencia de su gran oponente, Contador no parece llegar en un momento idóneo, algo que el propio ciclista español ha admitido. "Mi estado de forma para el Tour es una incógnita", confesó antes de poner rumbo a Córcega, aunque también admitió que el paso de los días y la acumulación de kilómetros en sus piernas servirán para "alcanzar mi mejor nivel".

Alejandro Valverde y Joaquim 'Purito' Rodríguez son las otras bazas con las que cuenta el ciclismo español. La veteranía y experiencia de ambos, unido a que los dos han demostrado que pueden con las tres semanas de una gran ronda, puede ser el espaldarazo definitivo. Quién sabe si de la unión de los tres españoles puede surgir la estrategia ideal para desbancar al Sky y a Chris Froome de esa plataforma de liderazgo al que todo el mundo les ha elevado. "Cada uno hará su carrera, pero lógicamente es más fácil entenderse con un español que con cualquier otro. Y la carretera marcará si es o no posible", apuntaba Contador.

La decisiva tercera semana

El recorrido de este Tour centenario minimiza los riesgos para aquellos que no se defienden contra el crono y favorece a aquellos corredores 'diésel' que llegan en perfecto estado en la última semana de competición. Así, habrá tres etapas contrarreloj (dos individuales y uno por equipos), siendo una de ellas muy poco dada a los especialistas (17ª). La primera semana, como suele ser habitual, estará llena de trampas para los ciclistas, con subidas y repechos cortos y duros y unas carreteras estrechas y sinuosas que llevarán la tensión y los nervios al seno del pelotón.

Pero el plato fuerte, donde realmente se va a decidir quién se coronará en París y quienes le escoltarán en el podio de los Campos Elíseos, queda para la última semana. Tres etapas con final en alto (Mont Ventoux, Alpe-D’Huez y Annecy-Semnoz), además de la exigente contrarreloj de Chorges y la antepenúltima en la que se subirá Le Gran-Bornand a escasos kilómetros de la meta, son terreno suficiente como para dar pie a cualquier tipo de sorpresa. Es por esto por lo que muchos ponen cierto freno a una hipotética victoria de Froome y abra el abanico de posibles candidatos, como el caso de los españoles y donde los míticos Cadel Evans o Andy Schleck quedan ya en un segundo plano.

Pocas esperanzas francesas

Ni más ni menos que 28 años son los que lleva Francia sin ver a un compatriota vestido de amarillo en París. Desde que Bernard Hinault se lo enfundara en 1985, ningún ciclista galo ha tenido el gran honor de coronarse como ganador de la mejor carrera ciclista del mundo. El malogrado Laurent Fignon estuvo a punto de conseguirlo en 1989, pero ocho segundos en favor de Greg Lemond en la última contrarreloj hicieron llorar a todo el país. Después de eso, nada de nada. Un podio de Virenque (1997) y poco más que llevarse a la boca.

Y no parece que el gran cumpleaños del Tour vaya a ser la excepción. Pierre Rolland y Thibaut Pinot son las grandes esperanzas, pero no parece que cualquiera de ellos pueda estar preparado para dar ese gran salto de calidad y pelearle la general a hombres tan curtidos como Froome, Contador y compañía. Si nada cambia y no se produce una auténtica catarsis, los franceses están llamados a luchar por victorias de etapa y por momentos puntuales para lucir el amarillo. La general y el triunfo final es cosa de otros, y quién sabe si otra vez de los españoles…

La isla de Córcega se erige en novedoso punto de partida de la centenaria edición del Tour de Francia que comienza hoy y que está plagada de novedades desde el mismo pistoletazo de salida. En primer lugar, la ronda gala pisará por primera vez el histórico y otrora controvertido territorio, y lo hará con una etapa inicial de 213 kilómetros, nada que ver con los habituales prólogos a los que nos ha tenido acostumbrada la 'Grande Boucle'. Tres duras semanas por delante camino de París, donde se cerrará la prueba con una espectacular etapa nocturna por los Campos Elíseos de la capital francesa.

Chris Froome