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Peter Sagan, de imitador de Balotelli o Forrest Gump a impertinente machista
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SUS EXCENTRICIDADES ECLIPSAN SU TALENTO CON LA BICICLETA

Peter Sagan, de imitador de Balotelli o Forrest Gump a impertinente machista

Peter Sagan es uno de los mayores talentos que ha dado el pelotón en los últimos tiempos. No en vano y pese a sus 23 años,

Foto: Peter Sagan, de imitador de Balotelli o Forrest Gump a impertinente machista
Peter Sagan, de imitador de Balotelli o Forrest Gump a impertinente machista

Peter Sagan es uno de los mayores talentos que ha dado el pelotón en los últimos tiempos. No en vano y pese a sus 23 años, el corredor eslovaco puede presumir de contar ya en su palmarés con tres triunfos de etapa en el Tour de Francia y de haberse ganado un puesto en el cajón de los Campos Eliseos de París con el jersey verde de la regularidad. Cotas al alcance de muy pocos y que indican sus capacidades. Sus segundos puestos en el pasado Tour de Flandes o en la Milán-San Remo de hace dos semanas no hacen más que constatar su calidad sobre la bicicleta. Una valía que le ha permitido sumar esta temporada la Gante-Wevelgem como su primera gran victoria en una gran clásica del calendario.

Los méritos a lomos de su bicicleta son tan incontestables como sus extravagancias. Sus polémicas celebraciones le han granjeado la antipatía del pelotón hasta el punto de considerarlo poco menos que un bufón. Su impertinencia en el pódium del Tour de Flandes el pasado fin de semana tocando el trasero a una de las azafatas mientras entregaban el premio a Fabian Cancellara, ganador de la prueba, ha sido la gota que ha colmado el vaso. El gesto de machista o sexista ha sido repudiado por todos y esta vez no ha tenido por menos que pedir perdón. “No quería ofender a esta mujer. Todo ha sido una broma, pero pido perdón si he molestado a alguien”, publicó Sagan en su cuenta de Twitter (@petosagan).

No es la primera vez, en cualquier caso, que se extralimita con una azafata. En 2011 y tras ganar una etapa de la Vuelta a España (Úbeda-Córdoba) lo celebró duchando literalmente a las chicas que le habían hecho entrega del premio y el correspondiente botellón de cava. Ambas tuvieron que recurrir a una toalla para taparse la ropa húmeda.

Sus excéntricas celebraciones no acaban en el pódium. De hecho, la mayor parte de las veces han sucedido justo cuando estaba cerca de ganar una etapa o imponerse ante un rival. De este modo y para disgusto de compañeros y aficionados, Sagan ha cruzado la línea de meta haciendo un caballito con su bicicleta, imitando el gesto de ‘forzudo’ de Mario Balotelli tras su segundo gol a Alemania o al personaje de Forrest Gump corriendo. Una retahíla de extravagancias que le han convertido en el bufón del pelotón ciclista.

Peter Sagan es uno de los mayores talentos que ha dado el pelotón en los últimos tiempos. No en vano y pese a sus 23 años, el corredor eslovaco puede presumir de contar ya en su palmarés con tres triunfos de etapa en el Tour de Francia y de haberse ganado un puesto en el cajón de los Campos Eliseos de París con el jersey verde de la regularidad. Cotas al alcance de muy pocos y que indican sus capacidades. Sus segundos puestos en el pasado Tour de Flandes o en la Milán-San Remo de hace dos semanas no hacen más que constatar su calidad sobre la bicicleta. Una valía que le ha permitido sumar esta temporada la Gante-Wevelgem como su primera gran victoria en una gran clásica del calendario.