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Messi, eufórico después de las tres Copas
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INIESTA BALBUCEÓ ALGUNA PALABRA EN CATALÁN

Messi, eufórico después de las tres Copas

La plantilla del Barcelona se fundió en un emotivo y gigantesco abrazo con su afición, en un apoteósico final de fiesta en el Camp Nou, después

Foto: Messi, eufórico después de las tres Copas
Messi, eufórico después de las tres Copas

La plantilla del Barcelona se fundió en un emotivo y gigantesco abrazo con su afición, en un apoteósico final de fiesta en el Camp Nou, después de recorrer las calles de la ciudad en una caravana para celebrar los tres títulos conseguidos por el conjunto de Pep Guardiola; la Copa del Rey, la Liga española y la Liga de campeones. Después de una caravana de ocho kilómetros y tres horas ante 750.000 personas por las calles de Barcelona en un autobús descapotable, los jugadores se saltaron el protocolo para irrumpir por sorpresa en el césped del Camp Nou a las diez y media de la noche.

Su entrenador Guardiola, atrapó el micrófono. Nervioso, sin dejar de caminar, agradeció el apoyo de "los 20.000 culés que enmudecieron al Manchester en Roma". También pidió un aplauso para "los hombres de marrón", todos los auxiliares y ayudantes, "los que cuidan de sus jugadores como si fuesen sus hijos". El desfile de parlamentos ofreció discursos para todos los gustos. Piqué recordó con sarcasmo que "ningún equipo español había hecho el triplete, somos los primeros", y luego se dedicó a repartir el micrófono en el papel de maestro de ceremonias. Xavi proclamó su "orgullo de ser culé y catalán".

Iniesta se arrancó en catalán: "Gracias a vosotros, soy el hombre más feliz del mundo". Y acabó manteado por sus compañeros. También Messi, más eufórico que nunca. "¡Acá está la Copa...!", gritó agitando el brazo libre de micrófono mientras sus compañeros se partían de risa (Piqué y Guardiola se llevaban las manos a la cabeza). "El año que viene vamos a seguir y volveremos a trincar los tres títulos",  continuó y todos, alucinados, fueron a abrazarle.

Alves destacó la unidad de la plantilla y el trabajo "para que todos podáis disfrutar de esto". "A mí no me quedan fuerzas ni para hablar. Durante toda la temporada, mi única preocupación ha sido sacaros una sonrisa. Me alegro de haberlo conseguido", gritó Eto'o a la afición. Henry celebró haber conseguido "la Copa que me faltaba", la Champions. "Después de un año muy malo, ahora puedo decir que soy culé", dijo el francés. Su compatriota Abidal, uno de los grandes bromistas del vestuario, presumió del éxito del equipo: "¡Hemos hecho una temporada de puta madre!". Gudjohnsen, "un chico de pocas palabras de Islandia, que nadie sabe dónde está", simplemente se llevó la mano al corazón.

Las puertas del estadio se habían abierto poco antes de las ocho de la tarde, con acceso libre sin atender a la condición de abonado, socio, aficionado o turista. Apenas una hora después, las gradas lucían un aspecto impresionante. Sólo los partidos del Real Madrid y el Chelsea habían reunido a tanta gente en el Camp Nou. A falta de aproximadamente una hora para la llegada de los jugadores, los operarios del club cerraron las puertas del estadio. No había sitio para nadie más.

La plantilla del Barcelona se fundió en un emotivo y gigantesco abrazo con su afición, en un apoteósico final de fiesta en el Camp Nou, después de recorrer las calles de la ciudad en una caravana para celebrar los tres títulos conseguidos por el conjunto de Pep Guardiola; la Copa del Rey, la Liga española y la Liga de campeones. Después de una caravana de ocho kilómetros y tres horas ante 750.000 personas por las calles de Barcelona en un autobús descapotable, los jugadores se saltaron el protocolo para irrumpir por sorpresa en el césped del Camp Nou a las diez y media de la noche.

Su entrenador Guardiola, atrapó el micrófono. Nervioso, sin dejar de caminar, agradeció el apoyo de "los 20.000 culés que enmudecieron al Manchester en Roma". También pidió un aplauso para "los hombres de marrón", todos los auxiliares y ayudantes, "los que cuidan de sus jugadores como si fuesen sus hijos". El desfile de parlamentos ofreció discursos para todos los gustos. Piqué recordó con sarcasmo que "ningún equipo español había hecho el triplete, somos los primeros", y luego se dedicó a repartir el micrófono en el papel de maestro de ceremonias. Xavi proclamó su "orgullo de ser culé y catalán".

Iniesta se arrancó en catalán: "Gracias a vosotros, soy el hombre más feliz del mundo". Y acabó manteado por sus compañeros. También Messi, más eufórico que nunca. "¡Acá está la Copa...!", gritó agitando el brazo libre de micrófono mientras sus compañeros se partían de risa (Piqué y Guardiola se llevaban las manos a la cabeza). "El año que viene vamos a seguir y volveremos a trincar los tres títulos",  continuó y todos, alucinados, fueron a abrazarle.

Leo Messi Pep Guardiola