Qué hacer si te tocan 450 millones de euros cuando tienes más de 80 años

Las historias que rodean a los ganadores de los premios de lotería son dispares, como dispares son los que compran este tipo de boletos, y cada una tiene sus propias peculiaridades. La última en saltar a los medios de comunicación ha sido la protagonizada por Gloria C. Mackenzie, una viuda de 84 años que ha recibido la friolera de 590 millones de dólares (unos 450 millones de euros) en la lotería americana, uno de los premios más cuantiosos que se recuerdan. La ganadora adquirió el décimo premiado en Zephyllis (Florida), triunfó en el sorteo realizado el pasado 18 de mayo y ha reclamado el premio en esta misma semana. Debido a la tardanza en reclamar lo que era suyo, la ansiedad por saber quién había sido el afortunado (o, en este caso, la afortunada) había crecido sin parar en los medios americanos.

Dios bien sabe que lo necesitaba¿En qué va a gastar MacKenzie tal cantidad de dinero? Según anunció, dividiría el dinero ingresado con uno de sus hijos, Scott (de 54 años), el cual recibirá unos 300 millones de dólares. Como ella misma comunicó a las autoridades de la lotería, madre e hijo ya habían acordado en el pasado el procedimiento que llevarían a cabo en caso de que uno de los dos ganase la lotería, y se ha seguido al pie de la letra. Algunos medios de comunicación americanos han llamado la atención sobre el hecho de que, a pesar de que la cifra del premio sea tan alta, no parece dispuesta a repartir nada entre sus hermanos. Sin embargo, como suele ocurrir con este tipo de premios, Gloria aún deberá esperar unos cuantos meses hasta recibir el ingreso; concretamente, hasta noviembre. Seis meses para planificar una existencia completamente nueva.

“Desde luego que lo necesita”

La vida de Gloria no ha sido nada fácil. Perdió a su marido Ralph, un técnico de maquinaria, en 2005 y el pasado año tuvo que abandonar la caravana en la que vivía y que había adquirido junto a su esposo para vivir en un dúplex en ruinas, aunque valorado en 105.000 dólares (unos 80.000 euros). Sin embargo, la desgracia de Gloria parece haber terminado para siempre, ya que pocas personas en el mundo pueden decidir con la libertad que le ha proporcionado este dinero dónde quieren vivir. Como indicó a los medios de comunicación su vecina Nancy Williams, “bendita sea, porque Dios bien sabe que lo necesitaba”. Sin embargo, añadía la mujer, “nunca se quejaba de nada. Era muy amable y simpática”.

MacKenzie tiene cuatro hijos (dos varones y dos mujeres que le han dado dos nietos) pero, fiel a su pacto, en principio sólo repartirá las ganancias con uno de ellos. La familia de la afortunada mujer no ha aparecido en los medios de comunicación y la propia MacKenzie rechazó la posibilidad de dar una rueda de prensa en las oficinas de la lotería junto a su hijo. Tampoco realizó ninguna declaración a la larga fila de periodistas que la esperaban fuera del edificio.

10, 13, 14, 22, 52

…Y una “Powerball” con el número 11. Estos son los números que han conducido a MacKenzie a convertirse en una de las grandes multimillonarias de los Estados Unidos, y que habían sido seleccionados de manera automática por el sistema de la lotería. Como suele ocurrir con estos casos, ha aparecido en los medios americanos un detalle pintoresco que da una nota de color a la historia: un testigo anónimo afirma haber cedido a MacKenzie su lugar en la cola, lo que sugiere que, de no haber sido así, el educado comprador de lotería habría sido el que habría ganado los 600 millones. Decisiones que cambian vidas para siempre.