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Los mercados desprecian a Bob Dylan
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GOLDMAN SACHS TITULIZA LOS 'ROYALTIES' DEL CANTANTE

Los mercados desprecian a Bob Dylan

En su búsqueda insaciable por generar productos atractivos para los inversores, la industria financiera lo ha probado todo. Pero no deja de ser paradójico que el

Foto: Los mercados desprecian a Bob Dylan
Los mercados desprecian a Bob Dylan

En su búsqueda insaciable por generar productos atractivos para los inversores, la industria financiera lo ha probado todo. Pero no deja de ser paradójico que el protagonista de la última ocurrencia de Goldman Sachs sea, precisamente, uno de los autores icónicos de la canción protesta estadounidense. Según ha informado The Financial Times, el todopoderoso grupo de banca de inversión está trabajando en la creación de un bono de titulización que estará respaldado por los royalties de Bob Dylan y otros artistas de SESAC, una organización privada de gestión de derechos de autor afincada en Nashvillle (EE.UU.). Aunque las canciones del cantautor son el gran atractivo de la inversión, no son las únicas cuyos royalties pueden acabar siendo un nuevo producto financiero. La compañía gestiona los derechos de un nutrido catálogo de artistas veteranos entre los que se encuentran Neil Diamond o Cassandra Wilson.

Los royalties de Dylan no han tenido la acogida esperada En su nuevo disco, Tempest, que acaba de publicarse, Dylan parece dedicar unos versos a los brókers de Wall Street. “Destruyeron tu ciudad, ahora te destruirán a ti”, afirma en su canción Early Roman Kings. Ahora parece que los banqueros se han tomado la revancha y, ya de paso, han escenificado el poco valor financiero de sus canciones: quizás para la cultura los versos de Dylan no tengan precio, pero entre los inversores sí lo tienen, y no es muy alto. Los royalties de Dylan no han tenido la acogida esperada.  

5 estrellas para la crítica, bono basura para las agencias de 'rating'

Tal como informa el Financial Times, el bono, cuyo valor se estimaba en 300 millones de dólares, se iba a vender en agosto, pero su salida se ha retrasado hasta finales de este mes. Goldman no ha dicho una palabra sobre el asunto, pero tal como sugiere la prestigiosa publicación financiera es posible que encontrar inversores dispuestos a confiar en la rentabilidad de Dylan haya sido más difícil de lo que se creía.

Aparentemente, el bono, tal como estaba concebido en un principio, iba a obtener una calificación de BBB entre las agencias de rating, sólo un peldaño por delante de lo que se considera basura. Una nota similar a la de la deuda a largo plazo de España. Por esta razón, siempre según la versión de FT, Goldman habría retrasado su salida con la intención de crear finalmente dos bonos: uno de ellos con los royalties más seguros, para que obtuviera una buena calificación –por lo que tendría un rendimiento más bajo–, y otro con los royalties menos seguros, peor calificación y, por tanto, mayor rendimiento.

Buscando altos rendimientos

David Bowie ya hizo algo parecido en 1997, cuando titulizó los beneficios presentes y futuros de sus 25 discos anteriores a 1990¿Por qué la industria financiera mira ahora a la cultura? Según explica John Grgurich en DailyFinance, “en un mundo en que la tesorería de EE.UU sólo paga el 2% de intereses, los inversores están hambrientos de retornos decentes”. ¿Por qué no probar entonces con la música de Dylan? Sus éxitos siguen sonando en la radio y actúa en directo con regularidad. Quizás su avanzada edad, 71 años, haya pesado en la decisión de los inversores. ¿Cuánto durará el Never Ending Tour?

Tampoco es la primera vez que los derechos musicales se convierten en un producto financiero. David Bowie ya hizo algo parecido en 1997, cuando titulizó los beneficios presentes y futuros de sus 25 discos anteriores a 1990, justo antes de que la revolución digital diera al traste con los abultados royalties que acostumbraban a percibir los artistas. Los “Bowie Bonds”, tal como se bautizaron los títulos, fueron vendidos por un montante de 55 millones de dólares. La operación resulto todo un éxito para Bowie y para los inversores, que recibieron un interés de 7,9% durante 10 años. Más tarde otros artistas, como James Brown o los Isley Brothers, utilizaron el mismo sistema para rentabilizar sus royalties. En 2004 Moody's rebajó la calificación de los "Bowie Bonds" de A3 a Baa3, sólo a un paso del bono basura. La música ya no daba tanto dinero. ¿Tendrá éxito Goldman Sachs con su nuevo producto tras su rediseño?

En su búsqueda insaciable por generar productos atractivos para los inversores, la industria financiera lo ha probado todo. Pero no deja de ser paradójico que el protagonista de la última ocurrencia de Goldman Sachs sea, precisamente, uno de los autores icónicos de la canción protesta estadounidense. Según ha informado The Financial Times, el todopoderoso grupo de banca de inversión está trabajando en la creación de un bono de titulización que estará respaldado por los royalties de Bob Dylan y otros artistas de SESAC, una organización privada de gestión de derechos de autor afincada en Nashvillle (EE.UU.). Aunque las canciones del cantautor son el gran atractivo de la inversión, no son las únicas cuyos royalties pueden acabar siendo un nuevo producto financiero. La compañía gestiona los derechos de un nutrido catálogo de artistas veteranos entre los que se encuentran Neil Diamond o Cassandra Wilson.