El 26 de junio de 2005, la ACB vivió uno de los momentos más increíbles de su historia. El Real Madrid remontó ocho puntos en los últimos 50 segundos del quinto partido de la final jugado en el Buesa Arena contra el Baskonia. Perdía 69-61 y acabó ganando por 69-70 gracias a un triple final de Alberto Herreros.