La ‘marea roja’ en que el sevillismo convirtió desde media mañana la céntrica calle Frankuska, donde estaba ubicada la ‘Fan Zone’ blanquirroja, duplicando en número a los entrañables incondicionales del Dnipro, hacía de todo punto imposible que el desenlace del duelo en pos del nuevo campeón tuviera otro vencedor que no fueran los chicos ataviados de ‘rojo Glasgow’.