El cirujano iraní Ali Manafi interviene a una paciente para cambiar el aspecto de su nariz. Esta es una práctica habitual en Irán, el país que tiene el récord de operaciones de nariz, más de 200.000 al año.
Lejos de ocultarlo, las iraníes operadas muestran las vendas y la nariz cubierta con orgullo, es para ellas un impulso para su autoconfianza con el género opuesto.