Sostenibilidad y rentabilidad no están reñidas. Invertir en eficiencia energética, en la implantación de renovables y en economía circular contribuye a reducir la factura energética y el gasto en materiales
La industria de la construcción, tras menguar con el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis, se ha saneado y puede convertirse en motor de recuperación para la economía