Cuando Audi lanzó la primera generación del R8 en su versión coupé se conviritió en el primer fabricante premium en desarrollar un vehículo deportivo diferente y hecho específicamente para eso, con un estilo muy radical. Sus rivales, Mercedes o BMW, solo hacían versiones muy potentes y radicales pero basadas en su gamas de modelos convencionales.
Con este nuevo R8 Spyder sube un nuevo escalón en esa deportividad máxima que ya ofrecía su antecesor. Ahora, incorpora un motor V10 de 540 caballos, lo que le permite unas prestaciones propias de un gran deportivo, con un bastidor más rígido y también más ligero, lo que permite un consumo que se reduce en un 10% frente a su antecesor.