En el último anuncio que Ikea ha hecho en Francia puede verse a una madre acompañada de su hijo pequeño. Durante el recorrido por la tienda, el menor va midiendo muebles, destacando la utilidad de determinados cajones o incluso ligando con las dependientas.

El chico llega a pagar la factura por todos los productos que han comprado y, hasta que no salen al aparcamiento donde tienen la furgoneta de transporte, la madre no es consciente de que su hijo ha crecido y es un adulto. "Mamá, solo me mudo a la esquina", le consuela el protagonista.

De esta manera, Ikea Francia ha querido destacar que, para los padres, sus hijos siempre siguen siendo pequeños: igual que sus precios, como indica la compañía, que se mantienen bajos todo el año.