En un principio, el nuevo Seat Ibiza solo se ofrece con las motorizaciones de acceso de gasolina. Son tres propulsores de tres cilindros con potencias de 75, 95 y 115 caballos que ofrecen un funcionamiento bueno con unos consumos muy ajustados, sobre todo los dos más potentes. Después del verano, llegará una variante con más potencia, con el propulsor 1.5 de 150 caballos.
En cuanto a los diésel, llegarán también a finales de otoño, y este retraso se puede entender como una apuesta de la marca española por reducir su oferta de motores de gasoil en un momento en el que los clientes empiezan a buscar alternativas para este combustible. Al mismo tiempo que los motores diésel, llegará al nuevo Ibiza una interesante versión de gas natural, más ahorradora y mucho más limpia que los diésel o los gasolina.