Su curiosidad fue tan fuerte que no dudó en acercarse al nuevo objeto que había aparecido en su terreno. Acostumbrada a tener todo bajo control, esta ardilla de tierra no resistió las ganas de comprobar qué era aquello que descansaba sobre el terreno. La respuesta (para un humano) es de lo más sencilla: una cámara GoPro. Sin embargo, para este divertido roedor constituía toda una novedad que había que investigar. Se acercó tanto a ella que incluso su nariz tocó la lente, la olfateó y la tocó… pero nunca será consciente de la popularidad que ha conseguido en YouTube –a pesar de la intrascendencia del hecho– después de que el vídeo se colgara en la citada plataforma.