1.300 millones de bocas que alimentar: las gigantescas fábricas de comida en China

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Manos a la obra (Reuters)
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Manos a la obra (Reuters)

Trabajadores en una fábrica de procesado de alimentos en Yichang. 
La higiene es lo primero. (Reuters)
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La higiene es lo primero. (Reuters)

Trabajadores procesan carne de cerdo en una fábrica de Luohe.

Con dos huevos. (Reuters)
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Con dos huevos. (Reuters)

Una mujer coloca huevos sobre una bandeja en una fábrica de Beijing.
A los ricos fideos. (Reuters)
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A los ricos fideos. (Reuters)

Un niño monta en bicicleta entre 'noodles' caseros en la provincia de Fujian.

¡Viva el té! (Reuters)
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¡Viva el té! (Reuters)

Una mujer camina entre hojas de té que se secan al sol.
Pollos por doquier. (Reuters)
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Pollos por doquier. (Reuters)

Trabajadores de una línea de procesado de pollo en Sheyang. 
Recién horneado. (Reuters)
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Recién horneado. (Reuters)

Pastelitos recién salidos del horno en una fábrica de Shangái.
Mil y una tinajas. (Reuters)
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Mil y una tinajas. (Reuters)

Almacén repleto de tinajas de aceite y soja en Zheinjang.
Robots currantes. (Reuters)
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Robots currantes. (Reuters)

Varios robots ayudan a los trabajadores de una planta de envasado de leche en Beijing.
Lechuga. (Reuters)
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Lechuga. (Reuters)

Un trabajador repasa las lechugas que crecen con luz artificial en una fábrica de Beijing.

Alimentar a 1.300 millones de personas y no morir en el intento es el reto diario al que se enfrenta China. El interior de sus gigantescas plantas de procesado revela una apuesta por las últimas tecnologías, con robots y sistemas informáticos que automatizan los procesos.

Aun así, no se puede prescindir de la mano de obra, y cientos de trabajadores se afanan en revisar y controlar la calidad de los alimentos que saciarán a los habitantes del país más habitado del mundo.

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