Las misiones espaciales más locas de las próximas décadas
El calendario espacial para los próximos años viene cargado. Y no sólo con las habituales misiones que vuelan a la baja órbita terrestre o el transporte
La segunda vela solar impulsada por la Planteraty Society tratará de demostrar la viabilidad de la tecnología: que la radiación del sol es capaz de mover las velas que mueven esta nave que, desplegada, tiene un tamaño de 32 metros cuadrados. Su lanzamiento no se producirá antes de septiembre.
La misión no tripulada más ambiciosa de China hasta la fecha supondrá también la primera vez que una nave tome muestras del suelo lunar y regrese a la Tierra desde la Luna 24 en 1976. En noviembre está previsto que la Chang'e 5 regrese, por lo menos, con dos kilos de rocas de nuestro satélite.
Pretende ser la primera nación creada fuera de la Tierra y, para ello, pretende poner un satélite en órbita durante el 60 aniversario del Sputnik. ¿El siguiente paso? Construir una estación espacial donde la gente pueda vivir bajo sus propias leyes. La idea, ambiciosa como pocas, tiene pocos visos de convertirse en realidad a corto plazo.
Lo harán a bordo de una cápsula Dragon 2 y propulsados por el Falcon Heavy de SpaceX. No decimos que Elon Musk no vaya a cumplir con un hito que sería histórico pero el calendario es altamente improbable. No parece factible que la firma sea capaz de enviar a dos turistas en un vuelo de ida y vuelta a la Luna en menos de 19 meses.
El 31 de diciembre es el último día que tienen los participantes en el Google Lunar X Prize para posar una sonda en la Luna, tomar imágenes en alta resolución y recorrer una corta distancia sobre su superficie. El que lo logre será el primer actor no gubernamental en conseguirlo. La pregunta es clara, ¿lo conseguirán a tiempo?
También conocido como Módulo Laboratorio Multipropósito (MLM) debería lanzarse este año desde Rusia y ampliar así la capacidad para generar ciencia en la estación. Tras muchos retrasos, se espera que llegue al espacio, por fin, en 2018, completando así el enorme mecano espacial sobre nuestras cabezas.
Mayo de 2018 es la fecha señalada para que SpaceX haga el primer vuelo de prueba, tripulado, a la Estación Espacial Internacional. Si lo completa con éxito, será la primera vez que una empresa privada lance a seres humanos al espacio.
SpaceX no estará sola en esa empresa. Boeing es la segunda compañía que ha recibido fondos de la NASA para desarrollar un vehículo que permita transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional. Si no se retrasa más (y ambas firmas acumulan muchos retrasos), la Starliner volará con pasajeros a bordo en agosto de 2018.
Llamado TESS por sus siglas en inglés (que equivalen a Transiting Exoplanet Survey Satellite), esta nueva sonda permitirá buscar nuevos exoplanetas gracias al método del tránsito astronómico. ¿Su objetivo? Monitorizar cerca de 500.000 estrellas en los próximos cuatro años y cubrir un área 400 veces mayor que la de Kepler.
En Madrid se está construyendo CHEOPS (siglas de Characterising Exoplanets Satellite), otro satélite cazador de exoplanetas que se lanzará el año que viene y cuyo objetivo es encontrar planetas parecidos al nuestro. Lo hará, además, con tecnología española.
Aunque la numeración la coloca por detrás de la Chang'e 5 que volará este año, la Chang'e 4 también pretende lograr otro hito histórico: ser la primera nave no tripulada que se pose sobre la cara oculta de la Luna.
La ESA y Japón pretenden estudiar Mercurio y, para ello, van a lanzar dos sondas que orbitarán el planeta más cercano al sol. Entre los objetivos de la misión se encuentra el estudio del campo magnético, la magnestosfera, la estructura interna y la superficie de Mercurio.
¿Se puede sobrevivir a 'sólo' 6 millones de kilómetros del Sol? La respuesta a esa pregunta la tiene esta sonda, que se lanzará el año que viene, y que cuenta con un escudo solar formato por un compuesto de carbono. Cuando llegue hasta el sol se convertirá en la nave más rápida jamas construida, ya que alcanzará una velocidad de 200 kilómetros por segundo. Cómete esa, hyperloop.
El telescopio más ambicioso construido hasta la fecha estará situado en el punto lagrangiano L2 (un lugar entre la Tierra y el Sol donde la gravedad de ambos cuerpos se contrarresta) y permitirá observar los objetos más distantes y ancianos del Universo, como las primeras galaxias.
La ESA también quiere estudiar el Sol de cerca, por eso lanzará una misión al planeta rojo el próximo año para estudiar la heliosfera y observar de cerca los polos del astro rey.
Parece un transbordador espacial pero es una versión en miniatura pensada para llevar suministros a la Estación Espacial Internacional. Sierra Nevada se convertirá en 2019 en la tercera compañía privada en hacerlo.
Deep Space Industries es uno de los muchos interesados en comenzar a explotar asteroides y otros cuerpos en busca de recursos escasos en la Tierra. Que lo hagan en pocos años todavía suena a ciencia ficción.
Tras el fracaso de Schiaparelli, la ESA pretende aterrizar con éxito un rover que permita estudiar de cerca la superficie del planeta rojo. La misión es una prueba de fuego para probar las técnicas de aterrizaje en el planeta vecino.
Hasta los Emiratos Árabes Unidos se han subido al carro de enviar sondas a Marte. No serán los únicos (India y China también están en la cola) aunque para los Emiratos será la primera misión al planeta rojo.
Después de acoplar con éxito un módulo hinchable en la Estación Espacial Internacional, Bigelow pretende colocar el primer hotel en órbita terrestre en 2020. Es muy probable que la firma peque de exceso de ambición.
SpaceX pretende lanzar no una sino dos cápsulas Red Dragon a Marte para comenzar a estudiar la técnica de aterrizaje en el planeta vecino. ¿Lo conseguirán? Elon Musk ha logrado otros hitos que parecían impensables hace pocos años.
El vecindario de Júpiter es uno de los lugares más interesantes del Sistema Solar y la ESa pretende explorarlo con la JUpiter ICy moons Explorer, una sonda que estudiará Ganímedes, Calisto y Europa para comprender mejor los oceános internos de esos satélites así como la búsqueda de vida en Europa.
La primera estación espacial china estará lista a principios de la próxima década. Es el primer paso para una presencia permanente en el espacio de la potencia asiática.
Si hay vida en Europa, la luna de Júpiter, lo sabremos gracias a misiones como esta. A bordo de un SLS, el potente nuevo cohete de la NASA, debería ser capaz de llegar a su destino en sólo dos años.
Elon Musk, y su optimismo exacerbado, pretenden volar a los primeros humanos a Marte a bordo de su Interplanetary Transportation System. Con Musk hay que cogerlo todo con pinzas, y muchas dosis de cautela, aunque la fecha parece inasumible vistos los progresos actuales en exploración espacial. La duda, sin embargo, reside en saber si será capaz de llegar a Marte antes que la NASA.
La agencia espacial es más comedida respecto a su calendario: pretende enviar una primera tripulación a orbitar Marte (e incluso visitar Phobos) en 2033 y no se posaría sobre el planeta rojo hasta 2039 o incluso 2041.
El calendario espacial para los próximos años viene cargado. Y no sólo con las habituales misiones que vuelan a la baja órbita terrestre o el transporte de astronautas a la Estación Espacial Internacional sino aquellas destinadas a otros confines del Sistema Solar o a explorar el universo.
En los próximos años están planificadas misiones imposibles por inverosímiles y otras muy ambiciosas cuyo cumplimiento pareceuna quimera a estas alturas. La NASA pretende llegar a Marte, Elon Musk quiere fundar una colonia en el planeta y la ESA planea establecer una base en la Luna. ¿Se hará realidad alguna en los plazos estipulados?
Os proponemos un divertido ejercicio de previsión del futuro: guardar esta galería en vuestros favoritos y revisarla dentro de cinco o diez años para saber cuánto de lo que hoy os proponemos se ha cumplido y qué ideas se han quedado por el camino.
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