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¿Piensas que París es un destino típico? 10 planes para redescubrir la ciudad del amor

‘Oh la la’. La capital del amor, de la luz, de las parejas, de la cultura, del queso y de los ‘croissants’. No hay nada que no

Si hay que elegir una película del cine francés que haya traspasado fronteras y que haya entusiasmado a todo tipo de públicos, esa es Amelie. Los fans de la película se lo van a pasar en grande descubriendo los rincones en los que Amelie y Nino se enamoran: el Café des 2 moulins, la plaza de Saint Pierre a los pies del Sacre Coeur, el puente de las Artes o la Rue Saint Vicent del barrio del Montmartre… Sin duda, una curiosa forma de conocer París.

Aunque su origen se remonta a 1919, no fue hasta la década de los cincuenta cuando esta librería comenzó a cultivar la fama con la que es conocida hoy en día. Este rincón tan especial y bohemio frente a la catedral de Notre Dame fue fundado por el británico George Whitman y hoy en día es lugar de peregrinación preferido de cualquier ávido lector en busca de material. Puedes comprar o, simplemente, pasar el día inmerso en un libro en sus históricos sillones.

Es uno de los espacios verdes más conocidos y frecuentados tanto por los parisinos como por sus visitantes. En el palacio que se encuentra en su interior se ubica la sede del Senado francés, pero su fama viene sobre todo por sus cuidados jardines. Cualquier día radiante de primavera o verano, las cientos de sillas metálicas y grandes explanadas de césped se convierten en el espacio perfecto para hacer picnics y pasar un día al aire libre.

Sí, has leído bien: la estatua de la libertad. Y sí, seguimos hablando de París. En realidad, la estatua que está en Nueva York, en la desembocadura del río Hudson, fue un regalo de los franceses al pueblo estadounidense en el año 1886 para celebrar el centenario de la Declaración de Independencia americana. En agradecimiento, la comunidad estadounidense afincada en París le hizo este regalo en forma de réplica a la capital francesa. Se encuentra a orillas del Sena, en la Isla de los Cisnes.

Este paraíso en plenos Campos Elíseos es para los golosos a los dulces lo mismo que Tiffany’s para los amantes de las joyas. Por supuesto, su carta de productos y sus múltiples opciones a la hora de darle un auténtico regalo al estómago son infinitas, pero lo que realmente ha hecho famosa a esta pastelería de París son los archiconocidos ‘macarons’. Eso sí, es más que probable que abras el apetito haciendo cola hasta que te toque. 

Por sus pasillos y salas pasan cada año ocho millones de visitantes atraídos por algunas de las obras más importantes del mundo. Entre ellas, la reina de todas las pinturas: la Gioconda. Este museo es tan grande que tienes que llevar bien planificada la visita, ya que solo para ver las obras más conocidas necesitas una mañana. Sin embargo, créenos: es uno de los planes que no puedes dejar de hacer si vas a París.

¿Niños? ¿Cuál es el problema? Seguro que estabas pensando que París es solo para hacer un viaje romántico con tu pareja y que a los niños se les hará muy pesado. Pero no estás teniendo en cuenta que uno de los parques temáticos más mágicos del mundo se encuentra en la capital francesa, aunque después de visitarlo tenemos dudas de quién será el que más disfrute, si ellos o tú.

¿Ya pensabas que no íbamos a incluirla? Pues no podía faltar. Es el símbolo de Francia y el monumento más visitado y fotografiado de París. Seguramente hasta muchos lo consideren el símbolo del amor. Fue inaugurada para la Exposición Universal de 1889 y, aunque hoy en día París no sería lo mismo sin ella, su escasa rentabilidad y su ‘excesiva modernidad’ para la época estuvieron a punto de conseguir que se derruyera en varias ocasiones. 

La segunda visita obligada en París después de la Torre Eiffel es a una de las catedrales góticas más grandes del mundo. Ha sido declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, pero sin duda, su halo de belleza y misterio se vio acrecentada con la novela de Víctor Hugo ‘El jorobado de Notre Dame’. Si además de disfrutar del exterior quieres la visita completa, podrás subir a la parte superior de las torres, visitar el campanario y contemplar las vistas de la ciudad.

Esta pequeña zona situada casi 20 kilómetros al sur de París fue en los siglos XVII y XVIII capital de Francia; de ahí que albergue el que todavía hoy se considera como uno de los palacios monárquicos más importantes de toda Europa. Sin duda, lo más llamativo, no es solo la construcción, sino también el archiconocido e inmenso jardín que lo rodea y que simboliza el esplendor de las dinastías de esa época. 

 

‘Oh la la’. La capital del amor, de la luz, de las parejas, de la cultura, del queso y de los ‘croissants’. No hay nada que no sea mágico y que no se pueda vivir en París. Con solo poner un pie en esta ciudad quedarás cautivado por su monumental belleza, pero también por la infinita variedad cultural y de ocio que te ofrece. Si no lo has hecho ya, descubre por qué es una de las ciudades más visitadas del mundo.

Después de ver estos planes, vas a entender por qué París es uno de los destinos Vueling We Love Places, pero hay muchos más. Puedes descubrirlos aquí.

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