Al menos 53 personas han muerto en las últimas horas por los bombardeos aéreos y de artillería en la ciudad siria de Alepo, la mayor del norte del país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De esos fallecidos, al menos 31 son civiles, entre ellos tres menores.

Además, el régimen de Bashar el Asad bombardeó en la madrugada del miércoles el hospital Al Quds, en Alepo, dirigido por Médicos Sin Fronteras, que cifra en 27 el número de fallecidos. Entre ellos se encuentra el doctor Wassem Maaz, de 44 años, uno de los últimos pediatras que quedaban en la ciudad. 

Al menos 148 civiles han fallecido, de los que 23 eran menores, desde el pasado 22 de abril por el incremento de las hostilidades entre las partes contendientes en Alepo, dividida en distritos en poder de las autoridades y otros en manos de los insurgentes.