Locura absoluta en el Parque de los Príncipes. Presentado este pasado viernes de manera oficial por el París Saint Germain ante los medios de comunicación, el protocolario acto tuvo su continuación el sábado. Antes de que el equipo de Unai Emery se estrenara en una nueva edición de la Ligue 1, en partido en el que recibía al Amiens, Neymar se presentó ante su nueva afición.

Espectacular respuesta de una enfervorizada masa social, que cuando vio aparecer en el terreno de juego a Neymar enloqueció de alegría. "Paris est magique", dijo Neymar en francés al dirigirse a su gente, antes de lanzar, en francés el grito de guerra que distingue al club parisino "¡Ici c'est Paris!" ("¡Esto es París!"). "He venido aquí para hacer historia", remató.

Como él mismo reconoció ante la prensa el viernes, estaba listo para hacer su debut de inmediato, a pesar de no haberse podido entrenar durante dos días, mientras la operación vivía sus últimos capítulos. Sin embargo, el PSG no recibió el tránsfer internacional pertinente y el brasileño deberá esperar unos días para estrenar su nueva camiseta.

Cada vez abría la boca, el gentío, con estruendosos cánticos, le callaba. Tras el protocolario discurso, Neymar dio una vuelta al campo, acompañado por niños y lanzando balones a la grada. "Estoy feliz en París, encantado con el nuevo desafío que tengo ante mí. Necesitaré vuestro apoyo", apostilló el futbolista.

Por su parte, Nasser al Khelaifi, presidente del PSG, le lanzó un claro mensaje en mitad de la fiesta: "Ahora toca trabajar porque hay que ganar muchos títulos...". 

En una zona exclusiva del estadio, Neymar disfrutó del primer triunfo de su equipo. Acompañado por su padre y sus inseparables 'toiss', esa cuadrilla de amigos que le acompaña a todas partes, el brasileño sufrió por momentos porque el PSG no cerraba el partido. Finalmente, victoria (2-0), con goles de Cavani y Pastore.